Con motivo del 175 aniversario de los refrescos, ANFABRA, la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes Analcohólicas, ha realizado un estudio sociológico para ver cuáles son falsos mitos sobre los refrescos más comunes, la actitud de la población ante ellos, y poder explicarlos y desmentirlos. Los rumores acerca de los refrescos que más nos creemos son los relacionados con las calorías que tienen y la toxicidad de los componentes que llevan. Pero no son los únicos.
Lo que nos creemos
Los falsos mitos sobre los refrescos que más circulan entre los ciudadanos españoles, y por los que han sido preguntados en el estudio, los podemos resumir en los siguientes:Los refrescos tienen muchas calorías (92%): esto lo pensamos porque creemos que el azúcar aporta más calorías de las que realmente proporciona. Un gramo de azúcar tiene cuatro, mientras que uno de grasa tiene nueve, y el alcohol, siete.
Los refrescos light tienen más calorías de lo que se dice (83%): no se miente en ellos. Casi todos, en realidad, se sitúan en torno a las 0 calorías.
En los refrescos se usan ingredientes no autorizados (76%): los aditivos empleados tienen que ser de los que están aprobados por la legislación. Si no, los refrescos no pasarían los controles de calidad. Muchos de ellos quitan el óxido de los metales (73%): junto a esta creencia hay otras como que desatascan tuberías o deshacen la carne, algo relacionado con la idea de la acidez que pueden tener algunos refrescos, y que no es cierta.
El gas que contienen algunos refrescos, engorda (72%): ese gas es el mismo que respiramos, un gas que no pesa y que, por supuesto, no nos hace engordar. Sólo cumple la función de intensificar el sabor y el aroma.
Otros: los primeros refrescos tenían cocaína, tienen un efecto espermicida, el refresco de cola mezclado con algunos medicamentos ‘coloca’…
Los refrescos están muy instaurados en nuestra sociedad y son bebidas consumidas a diario por muchas personas. Como todo lo relacionado con la alimentación que podemos encontrar en tiendas autorizadas, pasan unos controles que garantizan que son buenos para su ingesta. Tomarlos, por tanto, en una dosis adecuada, no es perjudicial. Sería conveniente ir desterrando esos falsos mitos.
Imágenes: Anfabra.es y Facilisimo.com