Esto sí que son palabras mayores. Vamos a empezar la temporada de guisos con un plato contundente, digno de las mejores cocinas: terror de los cuentacalorías y solaz de paladares generosos, de esos que aceptan los sabores recios y los disfrutan sin remordimientos. Y la verdad es que, bien hecho, este guiso tampoco es que sea excesivamente calórico: basta con pasar previamente por la sartén (sin aceite) los dados de panceta y de hervir aparte unos minutos las rodajas de chorizo para que una y otro pierdan parte de sus grasas. Y es así de fácil:
Ingredientes para cuatro personas
500 gr de garbanzos
150 gr de chorizo de buena calidad
150 gr de panceta ahumada
Una o dos patatas según tamaño
Dos puerros
Una manojo de cebolletas pequeñas
Un pimiento verde
Dos dientes de ajo
Dos clavos de olor
Una hoja de laurel
Un vaso de vino blanco
Sal
Aceite de oliva
Ponemos en remojo los garbanzos la anoche de antes, y cuando nos pongamos a hacerlos los lavamos al chorro (suave) del grifo y los escurrimos bien. Los ponemos en la olla exprés junto con los clavos de olor y la hoja de laurel con agua justo para cubrirlos y dejamos hacer unos treinta minutos desde que comience a salir el vapor. (También puede usar garbanzos precocidos, en cuyo caso este paso no es necesario)
Mientras, pelamos y lavamos todas las verduras y las cortamos en juliana gruesa. Las patatas mejor cacharlas.
En una cazuela con un fondo de aceite freímos ligeramente los ajos picados no muy fino y cuando empiecen a dorarse los retiramos y los reservamos.
En ese mismo aceite, y a fuego suave, pochamos las verduras hasta que veamos que las cebolletas están blandas. Añadimos el vino y dejamos reducir. Reservamos.
En una sartén con un hilo de aceite, y a fuego suave, ponemos la panceta cortada en dados de unos dos centímetros y dejamos que suelten parte de la grasa. Retiramos a una plato con papel absorbente y reservamos.
Cortamos el chorizo en rodajas de medio centímetro y lo ponemos a hervir en un cazo con agua, unos cinco o seis minutos. Retiramos también a un plato con papel absorbente y reservamos.
Cuando los garbanzos estén y podamos abrir la olla los agregamos con su caldo a la cazuela de las verduras, mezclando todo muy bien. Añadimos la panceta, el chorizo y el ajo que teníamos reservado y dejamos que de un hervor para que se mezclen bien los sabores.
Apagamos, dejamos reposar unos minutos y servimos en cazuelitas de barro individuales.