Hoy os voy a contar un poco mi vida, jiji. Para la fiesta de cumpleaños de mi hija mayor, que cumplió 4 años el sábado pasado, tenía unas ganas locas de hacer gofres. Aprovechando que desde Provamel tuvieron el detallazo de enviarme una caja con varios de sus productos para que los probase, y que incluía una bebida de arroz y almendra exquisita (bien fresquita es de las más ricas que he probado nunca), me decidí a hacerlos adaptando la estupenda receta de Art of Dessert.
Todo iba fenomenal hasta que la gofrera decidió suicidarse 10 minutos antes de dar comienzo a la fiesta. Los poquitos gofres que me dio tiempo a hacer estaban realmente deliciosos y con la masa que me sobró hice las tortitas que veis arriba y que están casi más buenas que en forma de gofre, que ya es decir. Es una masa con una textura estupenda, ni dulce ni sosa, riquísima y que os animo a probar. Es fácil de hacer y se conserva en la nevera hasta 5 días sin ningún problema.
Ingredientes:
3 tazas de harina
2 cucharadas de levadura química (impulsor, polvos de hornear)
Media cucharadita de sal
3 tazas de bebida de arroz y almendra de Provamel (si usas otro tipo de leche vegetal que no sepa dulce, añade 1 cucharada de azúcar a los ingredientes)
1/3 de taza de zumo de naranja
1/3 de taza de aceite de girasol o semillas
margarina para untar la gofrera o sartén
Preparación:
Tan fácil como batir bien todos los ingredientes juntos. Untamos la superficie de la gofrera con margarina con la ayuda de un pincel o de papel de cocina y vertemos un cucharón de masa en cada cavidad de la gofrera. La cerramos y los cocinamos hasta que estén bien doraditos. Recordad que la gofrera debe estar muy caliente para que los gofres se despeguen bien y salgan uniformemente cocinados.
Si los hacéis en forma de tortitas, lo mismo: sartén bien caliente y uniformemente engrasada. Recordad que la tradición dice que la primera tortita siempre sale fea y hay que desecharla, jiji.
Os dejo foto de los gofres como homenaje póstumo a mi amada gofrera ;)
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