Desde que este verano estuve en Barcelona en un evento blogger en la Terraza La Seca de Hofmann, tenía una obsesión total con los gofres que nos prepararon. Así que con la obsesión, tuve que comprarme una gofrera.
Allá que fui yo a comprarmela y al final me salí con la mía, aunque en realidad yo quería la gofrera de Kitchen Aid (suspiro). Al final me compré ésta porque me gusto mucho el diseño, y además los gofres queden muy cucos con esa forma.
Total, que llegué a casa y sentí una necesidad imperiosa de estrenarla y probar varias recetas, aunque al final acabé por improvisar como siempre y salió una con la que ya llevamos desayunando muchos domingos.
Porque otra cosa no se, pero a mí los domingos me gusta levantarme más tarde de lo normal y desayunar como una reina, ya sea con gofres o con un rico bizcocho que haya preparado la noche antes.
Pero no os engaño, si es con gofres mejor, y mejor todavía si están acabaditos de preparar y son tan fáciles como estos. Sólo necesitáis un bol, unas varillas y una cuchara para echar la masa en la gofrera. No me digáis que no os lo he puesto facilito.
Nada más tengamos los gofres preparados podemos hacer varias cosas:
Tomarlos tal cual, con un poco de fruta y miel. Esta es la opción más sana.
Preparar sirope de chocolate y echarlo por encima como si no hubiera mañana.
Preparar sirope de chocolate y encima poner nata (crema de leche). La opción menos saludable.
Gofres (Receta de Marina Corma)
Para 8-10 gofres
300 ml de leche entera
2 huevos M
50 ml de aceite suave
250 gramos de harina de trigo
3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 de cucharadita de levadura química
1/2 cucharadita de sal
50 gramos de azúcar blanco
50 gramos de azúcar moreno
Ponemos a calentar la gofrera.
Tamizamos la harina junto con el bicarbonato, la levadura y la sal. Reservamos.
En otro bol batimos la leche, los huevos y el aceite. Vamos echando poco a poco la mezcla de la harina a la mezcla de leche, mezclando con las varillas, hasta que tengamos una masa homogénea, ligera y casi casi líquida.
Rociamos la gofrera con un poco de spray desmoldante, o la pincelamos con un poco de mantequilla en su defecto. Yo, en mi gofrera, pongo 6 cucharadas de masa, vosotros probad primero qué cantidad es la adecuada para que vuestros gofres sean de vuestro gusto.
Esperamos a que se tueste bien y a continuación lo pasamos a una rejilla para que enfríe y se quede crujientito, si lo pasáis a un plato va a sudar y os quedarán blandos.
Vamos echando masa en la gofrera hasta acabar con ella.
¡¡Y a comer!!
Espero que os hayan gustado mis gofres, y os animéis a prepararlos. También espero que todas esas personas que me los pedíais en Instagram ya durmáis tranquilos :P
Nos vemos muy pronto :)
Un millón de besos, se os quiere ?
Fuente: este post proviene de The Sweetest Taste, donde puedes consultar el contenido original.
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