¡Termina marzo y Endulzando Limones quiere seguir dándole sabor a tu vida! Por eso hoy te traemos una receta rápida, fácil y divertida: un hojaldre crujiente relleno de fresas y requesón que desatará todos tus sentidos. Triunfarás en todas tus reuniones, o saciarás tu lado más goloso si simplemente estás en casa. ¿Te apuntas?
Ingredientes
1 Lámina de hojaldre con mantequilla
4 fresas grandes
100 gr. de requesón
3 cucharaditas de azúcar
1 huevo
Almíbar al gusto
Preparación
El primer paso será dejar listas nuestras fresas: con cuidado, les quitamos el pedúnculo y troceamos. Las reservamos en un bol, esparcimos 3 cucharaditas de azúcar y dejamos reposar durante, al menos, tres horas. De esta forma, las fresas soltarán todo su jugo y podremos utilizarlo después como almíbar para añadir sabor.
Una vez que haya pasado el tiempo indicado, sacaremos nuestra lámina de hojaldre de la nevera. Es importante hacerlo en este momento, para que esté bien fría y pueda manipularse mejor. Dividimos por la mitad y cortamos a lo largo, de forma que obtengamos dos rectángulos iguales de masa. Doblamos los laterales (de ambas partes) medio centímetro, de forma que formemos una “barrera” que evitará que se caiga el relleno. Hacemos cortes horizontales en el rectángulo de hojaldre que vayamos a utilizar para cubrir nuestro postre. De esta forma, dejaremos que respire y suba la masa.
Mezclamos el requesón con el jugo que hemos obtenido de las fresas al dejarlas reposar durante unas horas. A continuación, volcamos todo (cuando ya esté bien integrado) sobre nuestra base de hojaldre, y extendemos bien. Tenemos que cubrir toda la superficie.
Añadimos ahora las fresas, cubriendo toda la base.
Es el momento de unir los dos rectángulos de hojaldre: batimos un huevo, y con ayuda de un pincel de silicona pintamos los bordes laterales que hemos doblado en un principio. De esta forma, servirá como pegamento y nos será mucho más sencillo unir ambas partes.
Cuando tengamos los laterales bien pintados, colocamos el hojaldre al que hemos hecho cortes sobre el que que contiene el relleno, con cuidado para dejarlo todo bien cuadrado. Juntamos bien los bordes y, con ayuda de un tenedor, lo sellamos.
Volvemos a pintar con huevo, pero esta vez sobre todo el hojaldre. De esta forma, obtendremos un postre bien dorado y crujiente.
Introducimos al horno, previamente calentado a 200 grados. Colocamos a una altura media, y horneamos durante 13 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado.
Opcional: cuando lo extraigamos del horno y todavía este caliente, volvemos a pintar el hojaldre pero esta vez con un almíbar: podemos utilizar el propio jugo de la fresa que hemos obtenido antes, u otro al gusto. Yo lo hice con el almíbar obtenido de confitar manzanas, y el resultado es espectacular.
¡Yummy!
Esta receta participa en el Reto Mensual de Facilísimo del mes de marzo. ¡Ñam!