Posiblemente os haga pereza preparar la noche anterior la comida del día siguiente pero a la larga vuestro bolsillo y vuestro estómago lo agradecerán, os lo aseguro. En mi caso, desde hace más de tres años cada día llevo mi bolsa de tupper para comer en el trabajo. De hecho, con el tiempo me he dado cuenta que puedes llevar comida elaborada a un precio más que razonable.
En este post os propongo recomendaciones e ideas para no caer en el aburrimiento de comer constantemente lo mismo. Antes os daré unas ideas básicas para el transporte y conservación de la comida hasta el mediodía.
1º Para conservar los alimentos frescos debemos llevar un pequeño recipiente con hielo. Para ello, la noche anterior, lo llenaremos de agua y lo pondremos en el congelador.
2º Disponer de una bolsa para transportar los alimentos que aisle del frío y del calor. En las ferreterías o grandes superficies venden de todos los precios, tamaños y materiales.
3º Los recipientes de cristal con tapa de plástico siempre son más agradecidos que los de plástico a la hora de conservar y calentar los alimentos, así como su limpieza.
4º Debemos disponer de un microondas para calentar la comida. Es importante que calentemos a potencia media durante 3 -4 minutos para que se mantenga el sabor y calidad de la comida.
5º Cocinar raciones dobles y congelarlas para no tener que cocinar diariamente. He descubierto que se pueden congelar los tuppers de cristal siempre que dejemos una de las partes de la tapa sin cerrar y no llenemos el recipiente hasta los topes.