Me pierde cualquier tipo de queso, tierno, semi-curado, curado...
Son delicias, muchas de ellas, elaboradas artesanalmente y de una forma que se remonta a tiempos lejanos.
Hoy quiero daros a conocer un queso fresco de cabra, sin corteza, de paladar suave, y originario de Francia,
es La Brousse de Rove.
La materia grasa que contiene este queso es de un 45%.
Se recomienda acompañarlo con un vino tipo espumoso o champán.
No require maduración.
Su historia se remonta hace unos 2000 años aproximadamente. Se cree que proviene del municipio de Rove, situado en la cadena montañosa de L`Estaque y Martigues (Francia).
Allí los pastores criaban una raza caprina muy rústica, la Cabra del Rove, que se alimenta preferentemente de romero, y con una cornamenta en forma de Hélice.
Este queso, es el postre favorito de los Marselleses, de toda condición social y lugar.
Se puede degustar en el restaurante del Puerto Viejo de Marsella, donde se sirve el "brousses" al sentarse a la mesa, como aperitivo, con el fin de conocer esta joya culinaria.
Es un queso tan sumamente tierno, que es obligatorio introducirlo en un molde desechable, para evitar que se rompa.
La elaboración de este queso es un secreto que ha pasado de generación en generación, siendo los últimos productores "fermiers" los que han mantenido esta esencia de elaboración durante siete generaciones.
Antiguamente era típico ver a vendedoras ambulantes vendiendo este queso, haciendo sonar una trompetita, que anunciaba a los vecinos de su paso. Estos llevaban un cesto bajo el brazo, y en ocasiones los vecinos llevaban sus propios platos para para que depositaran el queso directamente.
La elaboración de este queso, comienza inmediatamente después del ordeño, se calienta la leche hasta alcanzar una temperatura de unos 82-85ºC.
A continuación, se añade una cantidad exacta de vinagre, e inmediantemente se observa como según dicen ellos hace un efecto "de nieve invertida".
La leche empieza a formar copos o grumos, que suben a la superficie, La Brousse se va retirando, en el propio recipiente, y se introduce directamente en los moldes cónicos donde se dejará reposar.
La sensación en el paladar de esta joya con una elaboración muy cuidada, se funde en la boca, con un toque fresco y ligeramente ácido.
La presentación de este queso puede variar, a pesar de que la mayoría prefieren su formato natural, se pueden encontrar variantes con finas hierbas, sal...
Es un queso que se puede consumir en dulce como en salado, como acompañamiento de frutas, miel, condimentado, con ajo picado, hierbas aromáticas....
Ya veis una verdadera "épicerie fine" para nuestro paladar.
Espero os haya resultado interesante.
Un abrazo y hasta pronto!!!