El verano trae ese merecido descanso que todos necesitamos. Comienzan los desplazamientos a capitales culturales, playa, campo o montaña. No importa el lugar: el objetivo es desconectar de la rutina diaria y disfrutar del tiempo libre. Sin embargo, antes de marchar, son necesarios ciertos preparativos para poder encontrarnos la casa tal y como la dejamos. La cocina, por ejemplo, requiere algunas atenciones para que se mantenga en unas óptimas condiciones de higiene.
Y es que la subida del mercurio provoca la proliferación de microorganismos que devoran los alimentos en poco tiempo. Para evitar plagas de insectos cerca de la despensa, malos olores en el frigorífico y alimentos en mal estado que puedan provocar intoxicaciones, lo mejor es dejar la cocina en perfecto estado. El Instituto Silestone para la Higiene en la Cocina apunta algunas claves:
La nevera y la despensa
Si el tiempo que nos vamos a ausentar es corto, revisa las fechas y estado de los alimentos que conservamos en nuestra nevera. Si vamos a ausentarnos durante un tiempo prolongado, es necesario vaciarla y consumir o
preparar para su transporte los alimentos en una bolsa o cajón isotermo con acumuladores de frío, realizando esta acción en el último momento.Es recomendable aprovechar para realizar una limpieza general del frigorífico, desconectándolo y limpiando el interior, siguiendo las instrucciones del fabricante. Limpia bien los accesorios internos, el recogeaguas y desagüe interior, éstos últimos con agua templada y unas gotas de lejía. Para evitar la formación de olores, deja las puertas de la nevera abiertas. El congelador puede dejarse conectado ya que algunas neveras poseen la función 'vacaciones'.
En cuanto a la despensa, revisa los productos dejando sólo los que tengan fecha de caducidad o consumo preferente posterior a la vuelta de vacaciones. No dejes ningún alimento fuera de los armarios o incluso dentro de ellos a los que puedan tener acceso animales susceptibles de formar una plaga como hormigas o roedores. Aprovecha para limpiar y ordenar.
La basura, el fregadero y el lavavajillas
Es obvio que no puede haber basura en los cubos cuando nos marchemos, ya que se trata de un foco infeccioso importante. Es conveniente desinfectar el cubo con lejía. Deja el tapón del fregadero puesto, siempre y cuando éste no gotee, para evitar que entren malos olores, así como el acceso por esta vía, de posibles 'intrusos'. Aprovecha para desinfectar el contenedor con lejía y hacer un posterior aclarado.
En cuanto al lavavajillas, no se ha de dejar ningún tipo de utensilio sucio. Una vez todos los utensilios estén limpios, secos y guardados, aprovecha para realizar, en vacío, un lavado de autolimpieza con un producto específico. Para evitar que el lavavajillas se convierta en un foco de infección, es importante dejarlo completamente vacío, con la puerta ligeramente entreabierta.
Limpieza general de la cocina
Conviene aprovechar nuestra partida para hacer una limpieza general que deje la cocina impoluta. Después, lava los utensilios de limpieza. Aclara y desinfecta los trapos y material que hemos utilizado y ponlos a secar. Tras la limpieza y, especialmente si se han tenido problemas de plagas, aprovechar para fumigar. Ventilar la cocina después de limpiarla y cerrar las ventanas puesto que podría entrar agua y viento, además de ser la vía de acceso a nuestra cocina de algún animal no deseado.
En general, se recomienda aprovechar la ausencia del hogar para dejar la casa en unas óptimas condiciones de higiene, mediante un repaso general de limpieza y desinfección, tanto de superficies (suelos, paredes, encimeras...), como de aparatos electrodomésticos. Aunque es un trabajo extra antes de las vacaciones, se agradecerá a la vuelta.