1. Si tenemos en nuestra cocina electrodomésticos de acero inoxidable, entonces el aceite de oliva se convertirá en un gran aliado, y es que ejerce como un perfecto abrillantador.
2. Para el cuidado del lavavajillas, lo mejor es realizar un programa mensual con este vacío y una taza de vinagre en su interior. ¡Seguirá funcionando como el primer día!
3. Sin embargo, por mucho que realicemos un buen mantenimiento del lavavajillas, este no siempre es capaz de retirar los restos de todas las comidas, ya que hay ciertos platos que dejan residuos muy difíciles de eliminar. Hablamos de delicias como pasta con queso gratinado, lasaña, postres con caramelo o azúcar, arroces... Si algo caracteriza a este tipo de recetas, a parte de que están exquisitas, es que llevan ingredientes que quedan incrustados, y que luego nos tienen un buen rato rascando, llegando a arañar y dañar los recipientes.
Por eso, hoy os proponemos una solución, que eliminará de un plumazo vuestra pereza a la hora de hacer estas recetas. Hablamos de un producto super novedoso, las pastillas efervescentes con acción desincrustante y desengrasante Fizz Express. En tan solo 5 minutos dejarán la vajilla como nueva, y en solo 3 pasos:
1. Llena el recipiente de agua caliente y echa la pastilla.
2. Dejar a remojo durante 5 minutos, mientras las pastillas efervescentes hacen su trabajo.
3. Elimina los restos con un estropajo de fibra (¡el estropajo ya va incluido en el producto!)
Es ideal para todas aquellas recetas, como por ejemplo el queso gratinado, salsas, bechamel..., que están deliciosas pero que cuestan tanto de desincrustar.
4. Al calentar en el microondas un producto con un fuerte aroma (pescados, verduras como la coliflor...) pueden quedar ciertos olores residuales un tanto desagradables. Así, eliminarlo puede ser muy sencillo gracias al limón y la canela. En concreto, tendremos que poner en un vaso el jugo de medio limón con un poco de canela, y calentarlo durante un minuto y medio.
5. Las paredes de la cocina, sobre todo en las próximas a la vitrocerámica, suelen acumular en el día a día grasa y suciedad, por eso debemos prestar atención a su limpieza y cuidado. De este modo, podemos emplear otro producto estrella en cuanto a trucos caseros se refiere, y es el bicarbonato. Con una esponja humedecida y un poco de bicarbonato frotaremos los azulejos o baldosas, para terminar enjuagando con un trapo húmedo.
6. A la hora de limpiar la vitrocerámica o los fogones, podemos pasar medio limón por toda la superficie, y comprobaremos cómo acabamos con la grasa y los malos olores.
7. A la hora de limpiar el horno, podemos emplear dos productos que son básicos en cualquier hogar: el vinagre y la sal. De este modo, tendremos que hacer una mezcla de sal y vinagre, que aplicaremos en el interior del horno con ayuda de un spray. ¡Podréis ver cómo desaparece el olor a quemado y la suciedad!
8. Por su parte, uno de los trucos más antiguos y, por lo tanto, más eficaces, es emplear bicarbonato para neutralizar los olores en la nevera. Tan solo tendremos que poner un poco en un pequeño tarro y dejarlo en su interior. Asimismo, también podremos usarlo para el microondas, calentando una taza de agua con dos cucharadas de bicarbonato.
9. Pero en cuanto a los malos olores se refiere, la sal es el complemento perfecto, ya que con ella podemos eliminar el mal olor del fregadero, echando media taza por el desagüe, y dejando correr el grifo. ¡Así de fácil!
10. Por último, aunque es importante cuidar bien de nuestra cañerías y evitar que caigan restos innecesarios, las tuberías de la cocina suelen ser las más propensas a los atascos, debido a los restos de comida que retiramos de la vajilla, previamente a introducirla en el lavavajillas. Por esa razón, es importante tener a mano este truco: echaremos media taza de levadura química seguida de un poco de vinagre por el desagüe; a continuación, cerraremos el mismo y dejaremos actuar durante unos minutos, para después echar una olla de agua hirviendo, ¡y adiós atascos!