La leche materna es el único alimento y, como es obvio, el más importante en las primeras semanas de vida del niño. La industria alimenticia ha permitido obtener una leche, partiendo de la vaca, de unas características parecidas a la de la mujer, aunque muchos especialistas siguen considerando que la calidad de la leche materna sigue siendo la más idónea.
En la siguiente tabla podemos conocer los datos de la composición, en sustancias nutritivas básicas, de la leche de mujer y de otras que se han empleado tradicionalmente en la alimentación del niño. Los valores son aproximados para 100 cc. de leche.
Proteínas | Grasas | Azúcares | Sales | Agua | |
Leche de mujer | 1 | 3,5 | 7 | 0,20 | 87 |
Leche de vaca | 3 | 3 | 5 | 0,70 | 87 |
Leche de cabra | 3 | 4 | 5 | 0,80 | 87 |
Leche de burra | 1 | 1 | 7 | 0,40 | 87 |
Todo lo que aporta
No sólo la lactancia materna es la más adecuada para el bebé por la composición que tiene de los nutrientes lácteos, sino que además beneficia su salud en muchos otros aspectos:- Le proporciona sustancias nutritivas superiores a las de cualquier otro tipo de leche.
- Aporta al niño anticuerpos contra determinadas infecciones: intestinales, de las vías urinarias, neumonías... protegiéndole así durante los primeros meses de vida, que son especialmente delicados.
- Contiene las vitaminas, hormonas y fermentos necesarios para el niño.
- Al dar directamente el pecho al niño, se evita la contaminación de la leche de bacterias y residuos.
- Está adaptada exclusivamente para el bebé, teniendo la temperatura ideal, sin fecha de caducidad y siempre disponible.
Además de estos beneficios materiales y nutritivos, la lactancia materna aporta otras ventajas de tipo psicológico:
- El contacto directo que se establece entre la madre y el bebé, en el acto de mamar, influye positivamente en el desarrollo psíquico del niño. De esta forma, perciben a través de la piel todos los sentimientos de amor y seguridad de la madre.
- La lactancia materna ayuda al crecimiento físico de una forma armoniosa para el bebé. La integración y la autoestima se ven reforzadas gracias a la leche materna.
Desde el primer momento
La mayoría de las mujeres tienen suficiente leche en sus senos como para amamantar a sus hijos, tanto en cantidad como en calidad. La composición es casi igual de unas mujeres a otras, aunque todas son igualmente buenas. El tamaño de las mamas depende de la acumulación de grasa, pero no del funcionamiento de las glándulas mamarias. La mujer que tenga unos pechos pequeños no debe pensar que serán incapaces de producir leche óptima para su hijo.Para que la secreción sea posible son necesarias tres condiciones:
- El buen funcionamiento del sistema fisiológico, hormonas y sistema nervioso, encargados de la secreción.
- El deseo de lactar por parte de la propia mujer. El temor a no tener leche o a los inconvenientes de la lactancia puede impedir, por una razón psicológica, la secreción láctea.
- El estímulo mecánico del pecho que el niño se proporciona a sí mismo al succionar los pezones.
Es necesario dar el pecho al niño desde los primeros momentos después del nacimiento. Aunque no haya secreción o sea muy escasa, es una obligación, ya que así el pecho se estimula al mismo tiempo que el bebé se ejercita en la succión.
Elementos nutritivos de la leche materna
Durante los primeros siete días después del parto, los pechos segregan un líquido amarillento y espeso, que puede aparecer incluso en las últimas semanas de embarazo. Esta sustancia es rica en anticuerpos, de los que el bebé carece hasta que su organismo cree su propio sistema inmunológico. Este líquido es el calostro. Las ventajas del calostro son numerosas:- Protege al niño de infecciones graves.
- Tiene efectos laxantes que ayuda al bebé a eliminar los restos de lanugo, células... que contiene el líquido amniótico.
- Ayuda a evacuar el meconio de su intestino.
- Protege la mucosa gástrica y desarrolla las enzimas gástricas, lo que facilitará la posterior digestión de la leche.
A partir del décimo día, la composición de la leche materna confiere al bebé sustancias nutritivas y las calorías necesarias para que su crecimiento y desarrollo sea positivo. Es la leche madura. Las proteínas de la leche madura son la caseína, con alto nivel de vitaminas, y la lactoalbúmina, que contiene los aminoácidos esenciales para el crecimiento del niño.