Estamos en temporada de mango nacional.
Y a mí que me vuelve loca esta fruta, pues como que me estoy inflando, jajaja…
Está a mucho mejor precio que los que nos llegan de fuera el resto del año y más rico y madurito.
Así que vamos a aprovechar a consumirlo en estas fechas.
Por el blog tenéis ya muchas recetitas con esta fruta tropical, batidos, desayunos saludables,…
Y hoy os traigo un postre delicioso que os sirve para una cenita con amigos, una celebración, para colofón de las comidas y cenas de Navidades.
Súper fácil y sencillito, ligero para terminar las comidas copiosas y super vistoso como siempre claro. Que como se dice, la comida entra siempre antes por el ojo.
Ingredientes para 4 personas:
Receta adaptada de Directo al paladar
• 2 mangos grandes y maduros
• 1/2 rama de vainilla (si no es muy fresca o aromática, usar una ramita entera)
• 1/2 cucharadita de cardamomo en polvo
• 1/8 cucharadita de jengibre en polvo
• 100 g de azúcar moreno de caña o panela
• 125 ml de agua
• 60 ml de zumo de naranja
• 1 pizca de sal
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Pelamos los mangos.
Esta vez no nos sirve la forma que os enseñaba aquí para no pringarnos tanto, para esta receta lo tenemos que cortar en tiras del grosor de dos dedos más o menos.
Cortamos la vaina de vainilla a lo largo, abriéndola a la mitad, y raspamos las semillas con un cuchillo.
Colocamos en una cazuela el agua y el azúcar con todas las especias (las semillas de vainilla, cardamomo y jengibre).
Calentamos a fuego medio y vamos removiendo hasta que el azúcar se disuelva y se forme un almíbar.
Seguir calentando hasta que se vuelva ligeramente dorado.
Retiramos del fuego, agregamos el zumo de naranja, mezclamos bien y volvemos a ponerlo a fuego medio hasta que empiece a espesar un poco, unos 3 minutos.
Incorporamos el mango y mezclamos bien para que se empape del almíbar.
Pasamos la mezcla a un recipiente apto para el horno y horneamos unos 5-10 minutos a 180ºC.
Veréis que burbujea y que el mango empieza como a deshacerse.
Lo sacamos del horno, echamos una pizca de sal, removemos con cuidado y ya lo tenemos listo.
Podéis servirlo templado o frío, no de la nevera.
Para presentarlo podéis añadirle por encima otra fruta que le de un contrapunto de color como la granada (ahora está de temporada también) y los frutos rojos.
Listo y ¡a disfrutar!
Podéis preparo con antelación y guardar el mango en el propio almíbar en un recipiente bien hermético. A la hora de tomarlo sólo tenéis que presentarlo donde vayáis a servirlo y decorar con las frutitas por encima.