Es un postre muy de verano, sencillísimo, refrescante y con un sabor realmente especial.
Ingredientes:
4 yogures griegos.
1 o 2 mangos.
20 almendras crudas.
50 gr. de azúcar moreno.
Leche.
Azafrán y semillas de cardamomo.
El primer paso será hacernos con un paño filtrante. Una estameña o una gasa grande servirán.
Para colar el yogur, proceso que dura de 4 a 6 horas, Nosotros hemos utilizado un colador grande, una gasa y un bol. Se trata de forrar el colador con la gasa, acomodarlo sobre el bol y verter en la gasa nuestros yogures. Es mejor utilizar yogures griegos pues son más cremosos y el resultado es mejor.
Este proceso debe llevarse a cabo dentro de la nevera y teniendo cuidado de que el yogur del colador no entre en contacto con el suero que va soltando así que vigilaremos el proceso y vaciaremos el suero del cuenco cuando sea necesario.
Cuando el yogur esté bien escurrido continuamos con la receta.
Ponemos unas cucharadas de leche en un bol y lo calentamos en el microondas. En la leche caliente, infusionamos unas hebras de azafrán, una cucharilla de azúcar moreno y 6 semillas de cardamomo, que habremos abierto previamente, hasta que la leche se enfríe. Tanto el azafrán como el cardamomo son especias con sabores muy potentes por lo que recomendamos ser moderados con las cantidades.
Cuando la leche especiada esté fría, la colamos y la añadimos al yogur escurrido. Removemos bien y reservamos en la nevera hasta que sea el momento de usarlo.
Tostamos en una sartén, sin añadir ninguna grasa, las almendras y las fileteamos groseramente con un cuchillo.
Cuando vayamos a servir el postre, elegimos los cuencos y ponemos en el fondo unos dados o láminas de mango maduro y dulce. Sobre el mango tres o cuatro cucharadas de yogur especiado y por encima del yogur algunas láminas de almendra tostada y azúcar moreno según gustos.
Puedes cambiar la almendra por pistacho e incluso por frutas deshidratadas como arándanos, grosellas o frambuesas.
Servir bien fresquito.