Yo que era de mis tazones con cacao y luego lo que se terciase, tostadita con aceite, cereales, bizcocho (casero claro!).
Ahora hemos pasado a leches vegetales, cereales sin gluten, que no me llaman nada, y alpiste como dice mi marido (lino, sésamo, chia, semillas de amapola, frutos secos…).
Frutas, las menos en este momento del día, porque por las mañanas siempre me apetece algo un poco calentito, que asiente el cuerpo un poco.
Bizcochos sin gluten y sin nada, pues de vez en cuando también.
Pero hay que ir buscando alternativas y recetas diferentes antes de que el hastío de todos los días lo mismo se instaure en mi.
Así que me he puesto a hacer nuevos experimentos.
Y aquí os dejo uno de ellos, nutritivo, saludable y diferente. Perfecto para alergias e intolerancias ya que es sin gluten, lácteos, huevos ni azúcares refinados.
Con este desayuno saludable incorporamos proteínas para empezar con fuerza el día gracias a la quinoa.
La quinoa es la semilla de una hierba, aunque es considerada un grano. También se refieren a ella como un pseudocereal porque se compara con los cereales por su composición y forma de comerla.
Contiene proteínas, grasas insaturadas, ácidos omega 6 y 3, es baja en hidratos, tiene un alto contenido de fibra, aporta potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.
Se ha puesto de moda con la dieta paleo, por ser sin gluten y para personas con diabetes o que quieran adelgazar, ya que tiene un índice glucémico bajo.
Pero de moderna tiene poco. Ya los Mayas la tenían entre sus alimentos básicos como un "supercereal" por su gran valor nutritivo, muchas veces comparado con el de la leche materna.
Antaño desechada por los conquistadores y relegada a "comida de indios".
Ahora elevada a la categoría de uno alimentos más completos y equilibrados de origen vegetal, muy por encima de otros de origen animal como la carne, huevos, etc?, gracias a un estudio de la Academia de Ciencias de Estados Unidos en 1975 e incluida por la NASA en la dieta de los astronautas.
Seguimos con nuestro desayuno, que nos aporta también las vitaminas y propiedades de las frambuesas, que ya os conté aquí con este delicioso smoothie de frambuesas.
Ya empiezan a venir las primeras de la temporada, que tiene todo su apogeo en Julio, pero no he podido resistirme a coger ya unas cuantas (cajitas, jajaja…) a los vecinos de una amiga que las cultivan ellos y están de muerte.
Y la energía que nos dan los frutos secos.
Cómo veis muy completo a la par que sano.
Vamos allá con la receta
Ingredientes (para una ración):
?1 cup (240 ml) de leche de soja (o arroz)
?1/4 cucharadita de cardamomo en polvo (opcional) ground cinnamon
?1/4 cucharadita de canela
?1 cucharada de miel o sirope de arce o ágave (u otro edulcorante de vuestro gusto)
?1/2 cup de quinoa
?1 puñado de almendras (tostadas sin sal en mi caso)
?2 puñados de frambuesas (u otros frutos rojos de vuestra elección)
Elaboración:
Primero vamos a ver como se emplea la quinoa.
Lavamos las semillas bajo el agua, frotándolas suavemente con las manos para que se quite la capa que las recubre.
Luego hervimos, en un cazo con agua, durante unos 15 minutos, hasta que se abra la semilla.
Colamos y listo para usar.
Podemos tomar este preparado frío o caliente. A mi me gusta templarlo un poco.
En un cazo ponemos la leche, la canela, el cardamomo y el edulcorante elegido y calentamos hasta que se disuelvan las especias sólo.
Retiramos del fuego.
En un bol, colocamos la quinoa, vertemos la leche y echamos las almendras y frambuesas por encima.
¡Disfrutadlo!
Con esta receta participo en el reto Recetas sanas de Facilísimo.