Recuerdo que cuando era pequeña, le decía: "Abueli, ¿cómo puedes comerte eso?", y es que, para los críos, puede que una manzana asada no sea el mejor de los manjares. Pero como pasa con muchas cosas, cuando creces, tus gustos cambian (o cambias tú, no lo tengo claro), y hoy día me encanta comer manzanas asadas, sobre todo ahora que mi abueli no está, porque es una forma de sentirla más cerca.
Así que hoy te traigo la receta de unas deliciosas manzanas asadas, con un toque de toffe que las hacen muy especiales.
Algún dia me gustaría ser abuela, y si mis nietos me dicen: "Abueli, ¿cómo puedes comerte eso?", será como volver a la infancia, y quién sabe, quizás les cuente mi historia. Pero hoy mi historia es para tí, para que disfrutes como yo de un postre casero y saludable.
Y lo mejor de todo, BARATO. Sí, puedes usar las manzanas que ya se te han puesto pochas, estropeadas, o las que tengan algún golpe (esas que nadie se quiere comer en casa, pero que te niegas a tirar a la basura, porque la comida no se tira).
Si no tienes cortadores o moldes circulares, puedes usar unos cuadrados, o directamente, hacer los cortes tú (lo bueno del cortador es que es más rápido y más limpio).
En primer lugar, lavaremos bien las manzanas, ya que se asan con la piel, y no queremos que haya restos. Si tienen pegatinas de marca, quítaselas también. Ahora, vamos a cortar el "culo" de la manzana, para que su base esté recta y no se caiga. También cortaremos la parte superior (sólo un poquito) para que quede más bonita y apetecible.
A continuación, con los cortadores (o a mano) haremos incisiones en la manzana, medianamente centradas, hasta unos 4 o 5 cm de profundidad. Utiliza 2 cortadores de distintos tamaños para crear "conexiones" en el interior de la manzana (es decir, un círculo más grande y otro más pequeño).
Ahora vamos a descorazonar la manzana. Si tienes descorazonador, mucho mejor, porque el corte es más limpio y queda más bonito. Pero si no tienes, puedes hacer con un cuchillo. Saca las semillas penetrando con el descorazonador hasta la mitad de la fruta.
Haz dos cortes, perpendiculares (haciendo como una cruz) con una profundidad de 1 o 2 cm. Estos cortes ayudarán a que el toffe, cuando se derrita, se expanda mejor por la manzana. Y ahora, en el hueco central, introduce un caramelo de toffe.
Dispón tus manzanas sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado, y hornéalas a unos 180 grados durante 25 minutos. ¡Y listo! Ya tienes unas deliciosas manzanas asadas con un toque diferente.
La parte exterior de la manzana apenas tendrá sabor a toffe, pero conforme vayas llegando al interior, se va acentuando ese delicioso sabor a caramelo que te atrapará e, irremediablemente, te convertirás en una abuelita recomendando manzanas asadas a todo el mundo.
Si las pruebas y te gustan, comparte la epidemia Abueli Style en las redes sociales, con el hashtag #hazmefeliz, y así seremos más las que disfrutemos de pequeños regalos de la vida, como éste.
Te espero en los comentarios (sí, sí, esos que me encanta que me escribas) y nos vemos el próximo viernes con un nuevo video-tutorial. ¡Un abrazo!