¡Hola limoneros! Tras la receta dulce del pasado domingo, hoy venimos con un plato completo que os encantará: pasta fresca acompañada de brócoli hecho al vapor y salmón a la plancha, vuelta y vuelta. Para darle un toque especial, le añadiremos una salsa suave de queso gorgonzola: su sabor no es demasiado intenso, pero sí suficiente para añadir el extra que termina de rematar el plato. ¿Te apuntas?
Ingredientes (para 4 personas)
Pasta fresca. Lo normal es que vengan en paquetes que contienen raciones para 2 personas, así que necesitaremos esa cantidad. Para este tipo de receta, lo ideal es una pasta larga y fina, por lo que recomiendo espaguetis o tallarines.
Salmón fresco. La cantidad va al gusto; si queréis una referencia, nosotros solemos cortar porciones de unos 15 cm. de largo, 5 cm. de ancho y unos 3-4 cm. de grosor, y utilizamos dos para cada persona.
Brócoli. De nuevo, las cantidades van al gusto. Nosotros utilizamos unos 10 trocitos (cortados como veis en las fotos del final).
140 gr. de queso gorgonzola (Dolce). Si la queremos más suave o más intensa, de nuevo jugaremos con las proporciones. Aunque parezca mucha cantidad, hay que tener en cuenta que no es un queso con mucho sabor, por lo que de esta forma además de añadir textura y consistencia, tendremos ese toque extra en el plato.
250 ml. de leche (entera o semi). Ocurre lo mismo que con los pasos anteriores: depende de la cantidad que queramos, podemos modificar la medida al gusto.
1 cucharadita de maizena.
Sal y pimienta.
Preparación
Lo primero que haremos será verter la leche en el cazo en el que vayamos a preparar la salsa, de forma que se vaya calentando. Hay que tener cuidado: en cuanto coge temperatura para hervir sube y puede organizarnos un desastre importante en la cocina, así que hay que vigilarlo y no poner el fuego demasiado alto. Cuando veas que empieza a espumar, añade el queso gorgonzola previamente troceado (de esta forma se derretirá mejor). Tenemos que ir removiendo suavemente de vez en cuando. Cuando esté todo integrado, añadimos la maizena previamente disuelta en un chorrito de leche. Volvemos a remover bien, salpimentamos y bajamos el fuego para que vaya cogiendo consistencia. Cuanto más tiempo mantengamos este proceso, más suave y rica quedará la salsa.
Por otro lado, vamos a preparar el brócoli: si disponemos de algún recipiente apto para microondas con topa, perfecto. Si no, un simple plato hondo servirá. Preparamos la verdura quitándole el tallo y dejando porciones como las que veis en las imágenes, aproximadamente. La idea es que sean bocados pequeños que entren en la boca sin necesidad de partirlos. Cubrimos la superficie de nuestro recipiente con agua, añadimos el brócoli (como veis, nosotros también aprovechamos para hacer unos espárragos trigueros…) y tapamos. Si hemos utilizado un plato, lo cubrimos con film transparente y hacemos unos pequeños agujeros para que respire: tiene que quedar bien tenso. Metemos al microondas por 04:30 min. a potencia alta. Pasado este tiempo, sacamos del microondas con cuidado de no quemarnos con el vapor, y destapamos para que no se siga haciendo. Si queremos que mantenga el calor, una vez haya expulsado todo este vapor, podemos volver a tapar.
¡Es el momento de hacer la pasta! Ponemos agua a hervir, con un chorrito de aceite y un poquito de sal. Cocinamos el tiempo que nos indique el paquete que tengamos de pasta (hay que tener en cuenta que este tipo de producto requiere mucho menos tiempo de cocción). Retiramos y listo. Si queremos que quede más cremosa, derretimos dos trocitos de mantequilla una vez que la hayamos colado y retirado todo el agua, y removemos bien
Por último, el salmón: como solo vamos a hacerlo vuelta y vuelta, lo dejamos para el final para que no se enfríe; podemos ir haciéndolo mientras cocemos la pasta. Cocinamos en una sartén con un chorrito de aceite hasta que esté bien dorado. Lo sacamos y troceamos.
¡Ya solo queda montar el plato! Colocamos la pasta en el plato, y dejamos un pequeño hueco en el centro para poder colocar bien todos los ingredientes sin riesgo de derrumbamiento. Añadimos las cantidades de brócoli y salmón al gusto, y vertemos una generosa cantidad de salsa de queso por encima para rematar. ¡Delicioso!