INREDIENTES:
- 4 pechugas de pollo
- 1 chorro de aceite de oliva suave (para freír el pollo)
- 1/2 taza de salsa de soja
- 1/2 taza de agua
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de vinagre
- 1/2 cucharada de aceite de oliva suave (para la salsa)
- 2 cucharadas de jengibre en polvo
- 2 cucharadas de ajo picado
- 2 cucharadas de miel
- 1 cucharada de almidón de maíz (maizena)
¿Qué tipo de carne podemos usar? En realidad cualquiera es válida, pero el pollo es una de las mejores opciones por su sabor suave. ¿Y qué parte del pollo? Nosotros usaremos pechuga, aunque también vale cualquier parte del pollo. A pesar de ser pechuga nos quedó bastante jugosa, así que os animamos a usarla, ya que es muy cómoda para prepararla.
1. Cortar el pollo en trocitos que quepan bien en la boca.
2. Dorar el pollo en la sartén con un poco de aceite a fuego medio-alto.
3. Entre tanto mezclar en un recipiente el ajo picado, la salsa de soja, el agua, la miel, el azúcar, el vinagre, el jengibre y a maizena.
4. Echar la salsa en la sartén junto al pollo y dejar que se cocine hasta fuego medio hasta que la salsa espese un poco y se oscurezca su color (unos veinte minutos).
5. Mientras tanto se puede cocinar arroz (el basmati funciona muy bien), que es un gran acompañamiento para este plato.
6. ¡Listo! Servir y comer (puedes adornarlo con semillas de sésamo y cebollino como nosotros).
Te animamos a ver la receta en el siguiente vídeo, en el que la explicamos paso a paso y con buen humor. ¡Muchas gracias y buen provecho!