El uso que últimamente le estoy dando a la rúcula en mi caso es en la elaboración de pizzas con rúcula. Al hornearla (siempre incorporada al final de la cocción para que no queme) queda algo crujiente y, sea horneada o incorporada una vez ya sacada la pizza, con el contraste del color rojo de la salsa de tomate queda muy bonito.
Si tienes invitados próximamente y tenías pensado prepararles una pizza casera, mejor elige prepararlas con pizzas con rúcula y verás la diferencia. Os dejo dos recetas para que las tengáis de ejemplo.
Esta primera es la versión de facilisimo.com de pizzas con rúcula . Primero, se hace a masa usando harina especial para pizzas, un preparado que venden en muchos supermercados que te permite hacer de manera fácil la masa usando esa harina, agua, aceite y sal. Luego, y tras darle la forma deseada a la pizza, se le pone una base de salsa de tomate y orégano. Después, se distribuyen distintos quesos y la rúcula se añade en el último minuto antes de sacarla del horno.
Otra idea de pizza con rúcula es de nuestra amiga Carmerosa. En su caso, además de la rúcula, que añade cuando ya está la pizza cocida, usa champiñones, jamón cocido y atún.
Ingredientes para 2 comensales
taza y media de harina blanca,1 cucharadita de sal,1 cucharadita de levadura seca activa,1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra,6 cucharadas soperas de agua templada,salsa de tomate,champiñones,cebolla fresca dulce,pimiento verde,jamón cocido,maíz,atún en conserva desmigado,orégano,albahaca,queso rallado mozzarella,hojas de rúculaPara la masa:
Tamizar una taza y media de harina blanca y una cucharadita de sal en un cuenco.
Incorporar una cucharadita de levadura seca activa.
Hacer un hueco en el centro y echar una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra (uso de Periana, malagueño) y seis cucharadas soperas de agua templada. Remover con una cuchara de madera hasta que la masa empiece a aglutinarse y después trabajarla con las manos hasta que se separe del recipiente.
Volcarla sobre una superficie espolvoreada con un poco de harina y trabajarla durante ocho o diez minutos aproximadamente, hasta que quede homogénea y elástica.
Hacer una bola con la masa, colocarla en un recipiente previamente engrasado con aceite y taparlo con un paño húmedo e introducirlo en un lugar cálido durante una hora, hasta que doble su volumen.
Pasado éste tiempo, poner la masa sobre una superficie espolvoreada con harina, apretar con el puño y trabajarla durante un minuto, extendiéndola hasta obtener una circunferencia o la forma que se desee.
Poner la masa en una bandeja previamente engrasada y levantar un poco el contorno de la masa; volverla a tapar con un paño húmedo y dejar leudar la masa en un lugar cálido unos diez minutos.
Para la cobertura:
Precalentar el horno a 200º C.
Extender salsa de tomate (se puede utilizar de bote, o bien freir tomates en aceite de oliva previamente) uniformemente sobre la base.
Agregar trozos de champiñones, cebolla fresca dulce cortada en trozos pequeños, trocitos de pimiento verde, jamón cocido, maiz, atún (en conserva) desmigado, orégano y albahaca y por último el queso rallado (tipo mozarella).
Hornear durante quince o veinte minutos hasta que esté dorada y crujiente, sacar del horno y pintar los bordes con aceite de oliva y decorar con hojas de rúcula (en ésta ocasión plantadas por mi).
¿Has probado a usar la rúcula en pizzas?
Imágenes: primera, trec_lit/Flickr; segunda, facilisimo.com/Bizcochela