Venga, acabamos la semana con un básico de la cocina para termómetros en alza. El salmorejo es fundamental para aplacar las bofetadas del sol y además resulta tan sencillo de hacer (bien, se entiende) que ya no hay excusas parar comprarlo del súper. Lo suyo es hacerlo y dejarlo enfriar tranquilamente para combatir los latigazos de calor y sacarle todo el partido a este refrescante plato. Súmale buenos ingredientes y algún consejo materno y redondearemos la jugada. ¡Mandiles arriba!
Ingredientes (6 raciones)
1 kg de tomates rojos bien maduros (tipo pera)
200 grs de miga de pan del día anterior (o de 2 días)
200 grs de aceite de oliva
1 diente de ajo
1 chorrito de vinagre (opcional)
Sal
Virutas de jamón serrano
6 huevos de codorniz
Tiempo: 15 minutos + 1 hora de refrigeración (por lo menos)
1. Si tienes la suerte de gozar de una Thermomix todo el proceso se acelerará (que fue mi caso) Pero si no hay, tiramos de batidora y punto, que el resultado será igual de bueno. Escaldamos los tomates (a los que habremos hecho unos cortes en la piel en forma de cruz) en agua hirviendo durante 1 minuto. Los sacamos a un bol con agua fría (y cortar la cocción). Esperamos que se enfríen y los pelamos.
2. Los echamos en un bol alto y añadimos el pan. Quitamos el solomillo del ajo (la parte central, que al ser en crudo igual repite) y lo añadimos. Batimos bien. Añadimos un poco de sal, no mucha, que luego se puede corregir.
3. Si queremos vinagre, ahora es el momento de añadirlo. Bastará con un chorrito pequeño. Mezclamos de nuevo.
4. Vamos echando poco a poco el aceite de oliva en el bol y batiendo al mismo tiempo hasta lograr la textura deseada. Comprobamos el punto de sal y añadimos más si hiciera falta.
5. Metemos el salmorejo en la nevera. Vamos cociendo los huevos de codorniz en un cazo con agua y un puñadito de sal. Dejamos que se cocinen durante 10 minutos. Refrescamos los huevos y los pelamos con cuidado.
6. Cuando el salmorejo esté bien frío lo servimos en tarrinas o cuencos individuales, añadimos unas virutas de jamón serrano y el huevo de codorniz cocido. Decoramos con cebollino y unas gotas de aceite de oliva virgen extra en crudo.
7. Y lo cenamos hoy, mañana o pasado. O todos los días, que este plato no se merece menos. ¡Que aproveche, hitchcookianos!