Cómo ya sabéis y os he contado en posts anteriores, no he sido nunca una persona muy carnívora, claro que cuando vivía con mis padres se me complicaba no comer lo que había en la mesa, pero ahora que desde hace unos años vivo sola, o mejor dicho con mi marido, soy yo la que cocina más a menudo y por tanto, utilizo mucho menos la carne, o al menos para mi, ya que Jesús la disfruta muchísimo y yo no intento convencer a nadie para que cambie su postura.
Poco a poco voy comiendo menos carne y productos que proceden de animales, ya que creo que no es un proceso que se pueda hacer de la noche a la mañana, o por lo menos en mi caso y por tanto creo que lo haré a mi ritmo y sin presiones.
Así que de vez en cuando seguiré tomando algo de carne, y sigo con productos lácteos ya que realmente me gustan y con huevos pero que también iré eliminando con tranquilidad.
Por eso, para ir probando nuevas recetas sin productos de procedencia animal he querido hacer una receta que claramente necesitaba huevos pero que en este caso no los lleva.
En el vídeo podéis ver lo fácil que es y si queréis, podéis comprar aquí la harina de garbanzos .
Esta entrada apareció primero en Lemonylimón.