Este post no tiene ninguna receta pero lo comparto porque fue (en mi opinión) una experiencia mágica.
Hay una frase que dice así:
Deseaba de todo corazón tomar una buena taza de chocolate caliente, no cualquier chocolate, se me había antojado el de Cajamarca. El viernes por la noche me escribió mi amiga Sheyla (de Cajamarca) para decirme que venía a Lima, así que la invité para que se quedara conmigo y pasar así el sábado juntas antes de que ella partiera a España. De pronto, se me ocurrió pedirle que me trajera chocolate de taza ¡Era la oportunidad perfecta! Sin embargo decidí no decirle nada puesto que ya era tarde y viajaba a Lima en el primer vuelo de la mañana.
Grande fue mi sorpresa cuando llegó a casa y me dijo: “¡Te he traído un regalo! Una tableta de chocolate de taza de La Shiliquita”. Yo simplemente no lo podía creer y sólo atiné a agradecerle mucho y decirle que me había leído el pensamiento, ya que quería pedirle que me trajera chocolate de taza, a lo que ella respondió con un “¿En seeeerio?” Reímos mucho y reflexionamos acerca de la magia que se esconde detrás de algunas situaciones de la vida, cosas simples que pueden incluso arrancarte una gran sonrisa y alegrarte el corazón.
Mientras escribo este post, estoy disfrutando de este delicioso manjar, que calza perfecto para calentar estas frías noches de invierno.
¡Hasta la próxima!
P.d. Nunca dejes de creer en la magia.