Puede que a priori este bizcocho os parezca un poco raro, la mezcla entre lima y chocolate no es la más habitual. Fue en un reciente viajecito a Oporto donde tuve la oportunidad de probar una tarta similar donde se combinaban estos dos ingredientes tan diferentes y me encantó.
Decidida a probar en casa el resultado ha sido un bizcocho increíble. La textura es ligera aunque no lo parezca y el sabor sutil y delicado, una delicia os lo aseguro, nada ácido, a pesar de la lima, pero sí con ella muy presente, de echo creo que admitiría algo más de zumo. Bueno, os lo dejo para que probéis, ya me contáis.
RACIONES: 12
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 45 minutos
BIZCOCHO DE LIMA Y CHOCOLATE:
300 gr. HARINA
100 gr. CHOCOLATE 70% CACAO
130 gr. AZÚCAR
225 gr. MANTEQUILLA
2 HUEVOS
240 ml. LECHE
2 LIMAS, SU ZUMO Y SU RALLADURA
1 cdita. LEVADURA
1/2 cdita. BICARBONATO
1/2 cdita. SEMILLAS DE CARDAMOMO
1/4 cdita. SAL
1.- En un bol mezclamos los ingredientes secos: harina, levadura, bicarbonato, semillas de cardamomo, la ralladura de la piel de las dos limas y sal. Mezclamos y reservamos.
2.- En una taza mezclamos la leche con un chorrito de zumo de lima para preparar un buttermilk casero dejándolo reposar 15 minutos. Vemos como la leche quedará como si estuviera cortada.
3.- Derretimos el chocolate y dejamos templar.
4.- En un bol grande batimos los huevos con el azúcar hasta que espume. Añadimos la mantequilla derretida y mezclamos bien.
5.- Añadimos el buttermilk ya preparado e incorporamos bien.
6.- Agregamos el chocolate derretido y ya templado y mezclamos hasta integrar con el resto de ingredientes.
7.- Añadimos el zumo de lima, sobre 6 cucharadas y mezclamos.
8.- Incorporamos los ingredientes secos en 3 tandas incorporándolos bien a la masa en cada una de ellas, sin batir ni mezclar demasiado, sólo lo justo para integrarlos.
9.- Untamos un molde con mantequilla y vertemos la mezcla. Horneamos con el horno precalentado a 180º durante 30 minutos o cuando al pinchar el bizcocho el palito salga totalmente limpio.
10.- Retiramos el molde del horno y lo dejamos durante 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar. Es muy importante que no intentemos desmoldar el bizcocho antes de ese tiempo, lo más probable es que se rompiera.
Al cabo de los 10 minutos lo desmoldamos y los dejamos sobre la rejilla hasta que se enfríe totalmente. Podemos servirlo simplemente espolvoreado con azúcar glass, suficiente para que quede súper chulo.
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