Día Internacional de la Felicidad. Hygge y confinamiento

El próximo viernes comienza la primavera y se celebra el Día Internacional de la Felicidad.



¿Qué es la felicidad? Es el estado de ánimo de la personas que se sienten plenamente satisfechas por conseguir de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.

Pero, ¿es posible alcanzar la felicidad? ¿Aspiramos a momentos felices? ¿Existe un camino que nos garantice ser feliz? Son preguntas que alguna vez todos nos hemos hecho.

Lo que tenemos que tener claro es que, cada persona experimenta la felicidad de una manera distinta, es subjetiva. Además, la felicidad puede estar provocada por diferentes cosas o situaciones, dependiendo del significado que tenga para cada persona. Y que la felicidad puede ser duradera o tener fecha de caducidad.

En los últimos años, ha habido un énfasis en la búsqueda del bienestar y la felicidad, analizando a los países más felices como Dinamarca para seguir sus pautas y conseguir la felicidad.



El hygge llegó a mi vida un día paseando por una librería, buscaba un libro para una amiga, un libro que le aportara más positividad a su día a día y me tope con el libro "Hygge" de Marie Tourell SØderberg. Dos meses más tarde Monsieur Accidents me lo regaló para mi santo y me encantó.



A partir de ahí, no paré de investigar y aumentar mi biblioteca con libros que trataban el tema. Además, fui compartiendo con vosotros todo lo que descubría sobre el hygge.

Descubrí que el hygge no es una receta que tengan los daneses y que no quieran compartir con el resto del mundo. No se enseña, ni se aprende y menos, se copia. El hygge se siente, se vive, se saborea y se disfruta...



Ya sé que no estamos pasando por un buen momento, la incertidumbre y las circunstancias no nos animan ni permiten sentir, vivir, saborear y menos disfrutar de la felicidad y dejar que el hygge nos envuelva.

Yo no sé tú, pero yo tengo claro que el aislamiento o la cuarentena que estoy sufriendo por culpa del Coronavirus, no me va a quitar totalmente el sueño, así que cada día busco algo que me motive y que haga que mi vida siga con su curso, lo más normal posible.

Podemos aprovechar para ver esas películas que teníamos pendientes así como nuestras series favoritas o leer ese libro que teníamos abandonado y que por falta de tiempo no leíamos.



Podemos disfrutar de nuestra cocina y elaborar deliciosos platos que la rutina no nos deja el tiempo suficiente para hacerlos.



Podemos disfrutar de hacer cosas en familia, ver la tele, cocinar, jugar a juegos de mesa...



Recuerda que, la felicidad no es una meta, sino un camino a recorrer y que está en nuestras manos trabajar por ser cada día un poco más felices.

Como ya os he comentado alguna vez, para mí el hygge es disfrutar de las pequeñas cosas, esas que pasan desapercibidas en muchos casos pero que nos hacen felices.



Así que, intenta disfrutar de esta situación por la que estamos pasando hasta que podamos recuperar la rutina.

¡Que tengas un día muy hyggelig!

Fuente: este post proviene de Pequeños Accidentes, donde puedes consultar el contenido original.
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Etiquetas: hyggeinquietudes

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