Hoy, 14 de noviembre, se conmemora el "Día mundial de la diabetes". Quienes me siguen, saben que es un tema que tiene toda mi atención, gracias a mis antecedentes familiares (Aquí pueden leer el post que escribí hace algunos años).
Justo hace unos días, en alusión a esta fecha, Sanofi me invitó a una charla. En realidad fue una experiencia muy agradable con algunos representantes de medios y redes, en el lago de Chapultepec, con dos médicos muy actualizados.
Me dio gusto saber cómo han evolucionado los tratamientos para esta enfermedad y que cada vez más se demuestra que los cambios de hábitos y estilo de vida impactan positivamente en el control de la glucosa y algunas enfermedades metabólicas.
Sin embargo, es curioso cómo, a pesar de la información, tratamientos y apoyos que existen, los números de personas con este padecimiento siguen aumentando, en niños y adultos.
En niños el panorama no es mejor: casi 6 de cada 10 niños con diabetes en México, tienen diabetes tipo 2 y, lo más triste para todos es que más del 30% de quienes tienen esta enfermedad, no lo saben, pues los síntomas se presentan hasta años más tarde.
¿Mucho qué pensar, no? Y sí, ya sabemos que haciendo ejercicio, comiendo sano, evitando alimentos procesados, bebidas azucaradas, lechitas de sabor, pan del osito y cereales de cajita podemos hacer mucho...pero ni siquiera se quiere empezar por ahí. Uno como sea, ya está más pa allá que pa acá, pero ¿Los niños?
Me consta que en las escuelas se están esforzando por meterles la "educación saludable" y el plato del buen comer, pero el problema sigue en casa, donde algunos papis y mamis, siguen llevando lo que en la escuela les dicen que no es conveniente comer y empieza el conflicto. Uno de tantos.
Hay mucho que podemos hacer y debemos hacer por ellos. Los niños están en nuestras manos; no los soltemos en medio de tantos alimentos procesados, de falta de movimiento por pantallas y tablets o de la desatención y desconexión. Miren que me lo digo a mi primero.
Finalmente, les comparto estos puntos que me encantaron, porque -tengamos o no diabetes- cuando llegamos a una edad más allá de los 40, más vale irle "midiendo el agua a los camotes". El autocuidado es prioridad.
Cómo ven, los tips del movimiento y hábitos no cuestan más que voluntad, comparados con los $14,250 pesos que puede gastar al año alguien con diabetes, sin complicaciones. A eso súmenle que el cambio conductual puede disminuir hasta 2% las cifras de la hemoglobina glicosilada.
Gracias a Gaby, Paola, al Dr. Cervera y al Dr. Anguiano de Sanofi, por la información proporcionada y un saludo muy grande a la señora Juana Soto, deportista paralimpica que esa mañana nos compartió su experiencia de vida viviendo con diabetes.
Y también, gracias a ustedes por leerme. Nos vemos en el próximo post con una rica receta.
¡Vámonos a seguir viviendo!.
Con cariño, Ale