Mi propuesta para hoy y sin caer en los simples regalos, es una receta muy sencilla, pero que hecha con cariño puede sorprender gratamente a vuestra pareja
Los ingredientes son fresas, chocolate blanco, chocolate negro, nata (crema de leche), almendra troceada y sirope de fresa.
En primer lugar derretimos el chocolate negro y mientras tanto, lavamos y laminamos unas cuantas fresas para hacer el relleno de nuestro mil hojas de chocolate.
Como este postre está dedicado al día de San Valentin, yo elegí un molde en forma de corazón, pero podéis hacerlo con cualquiera.
Cogemos papel de horno, y con el chocolate derretido y caliente, formamos tres laminas con nuestro molde.
Una vez tengamos las laminas, las metemos en la nevera para que se enfrien y asi se endurezcan. Mientras tanto vamos a ir preparando el resto de las fresas.
Vamos a usar ahora las fresas enteras que nos han sobrado y las vamos a bañar en el chocolate. Yo he bañado dos en chocolate negro y las he adornado con almendra picada y otra en chocolate blanco adornada finamente con chocolate negro.
Cuando hayamos decorado la fresas, sacamos las láminas de la nevera, que probablemente ya se hayan endurecido, y con una espátula o espumadera las despegamos con cuidado del papel y vamos a ir montando nuestro bonito pastel.
Colocamos una lámina de chocolate y rellenamos con nata (crema de leche) y fresas, tantas veces como quieras, yo como he hecho tres laminas, pues tendré tres pisos.
Ahora sólo nos queda el toque final que es emplatarlo y decorarlo, yo he usado fresas, chocolate y sirope de fresa, y este el resultado!!!
Pues sólo desearos que lo disfrutéis mucho, y recordar que el amor tiene que estar presente siempre!!!