Fabada asturiana

Con los fríos que están viniendo apetecen platos de cuchara calentitos que nos entonen el cuerpo, la fabada asturiana es uno de ellos, es contundente y sabroso, y a no ser que tengáis un estómago muy grande es un plato único. Además de las legumbres lleva embutidos y carnes de cerdo todas ellas bastante grasas así que llena y mucho.

Yo soy asturiana, de padres y abuelos asturianos y la fabada que he visto hacer siempre a abuelas, tías, a mi madre y la que siempre he hecho en casa es la que os traigo hoy, digo esto porque veo a menudo recetas de fabadas asturianas con montones de ingredientes normalmente verduras que yo nunca he visto, puerro, zanahoria, cebolla, pimientos, ajo… seguro que esos potajes están muy ricos pero pasa como con los arroces, hay mil maneras de prepararlos pero no a todos se les puede llamar paella. Así que vamos con lo que yo conozco como fabada asturiana, ya cada uno varíe como le guste más.

INGREDIENTES:

Para 4 personas

400 g. de fabes de Fabes de la Granja

2 chorizos y dos morcillas asturianas (estos embutidos tienen los condimentos y el ahumado que da a la fabada el sabor característico)

1 trozo de tocino de hebra

1 trozo de lacón

Unas hebras de azafrán

Sal si hiciera falta.

Opcionalmente se puede poner: Un chorro de aceite de oliva, una pizca de pimentón, una hoja de laurel.
Yo solo pongo a veces una mínima cantidad de aceite para que les fabes queden más suaves, va en gustos.

PREPARACIÓN:

El día antes ponemos en remojo con agua fría les fabes, lo ideal es dejarlas unas 12 horas para que se hidraten y cuezan mejor. En un recipiente a parte ponemos el lacón a desalar también con agua.

A la mañana siguiente ponemos les fabes en una olla al fuego cubiertas con agua fría, solo que las cubra. Añadimos los chorizos y morcillas, el tocino, el lacón, ( el conjunto de embutidos y carnes de la fabada se llama compango) el chorro de aceite si lo usamos y esperamos que hierva el agua. Yo las dejo unos minutos a fuego fuerte, las carnes empezarán a soltar una espuma en la superficie del agua, la retiramos con una espumadera y dejamos unos minutos más a fuego medio, las asustamos con un poco de agua fría y dejamos que recuperen el hervor, vamos bajando el fuego. A partir de ahí las dejamos a fuego mínimo vigilando que siempre tengan más o menos un dedo de agua por encima, añadimos más poco a poco si fuera necesario, deben estar cubiertas para que la piel no se separe.

A mitad de cocción agregamos el azafrán, yo lo tuesto un poco en el microondas y lo rompo pequeño. Cuando estén hechas las probamos y agregamos sal si hiciera falta, tener en cuenta que los embutidos y las carnes son saladas y puede no necesitarla.

El tiempo de cocción depende de la calidad de la legumbre y de si son nuevas o ya están un poco más duras, como norma general en una hora y media están casi terminadas.

Cuando ya estén hechas dejamos que reposen para que el caldo tenga un poco de consistencia, movemos un poco la olla para que suelten un poco de fécula. Si todavía queda el caldo demasiado líquido sacamos una cucharada de fabes, las aplastamos con un tenedor y las volvemos a incorporar a la olla pero no suele ser necesario.

Como todo va en gustos, para mi cuando más rica está la fabada es al día siguiente, reposada, caldito un poco espeso…pan para mojar…mmmmm

Las podemos hacer en la olla expres, en 12-15 minutos estarán cocidas, las dejamos un rato más al fuego mínimo para que el caldo engorde.

Las servimos con el compango en un plato a parte cortado en trozos para que cada comensal se sirva los trozos que quiera.

A los que nunca hayáis probado la fabada asturiana os animo a hacerlo, no es un plato especialmente barato, les fabes de La Granja tienen un precio elevado comparado con otras legumbres pero merece la pena darse un capricho de vez en cuando, una buena fabada asturiana nos quita todos los fríos y nos deja el estómago contento varias horas.

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