El cuarto restaurante de Martha refleja un momento en el qué el aprendizaje de una vida entera (desde la cuna) en la gastronomía y una carrera rica y variada culminan en quién es ella hoy; mujer, chef, desenfadada, casual y elegante al mismo tiempo. Después de Águila y Sol, Dulce Patria, y Ella Canta en Londres, Filigrana llega como una hermana chic y muy cool. Hermana porque Filigrana tiene ese carácter, incluso Martha define a la carta como gastronomía femenina mexicana; dónde la belleza y la sensualidad son un ingrediente tan importante como el maíz o las salsas.
Esa belleza, ese tono femenino, se hacen notar por toda la carta. Comenzando con las aguas frescas y la coctelería, desde la horchata de avena hasta el coctel hilos de vida, este último casi intomable de lo bonito qué es. (Pero ya que lo pruebas, no te arrepientes!)
Las entradas, como en la cocina mexicana de siempre, son variadas, bastas y perfectas para compartir. Inspiradas en platillos tradicionales, Martha las convierte en suyas con un toque artístico, como las gorditas tricolores de tlalitos, hongos y queso, que además de ser extra-gorditas y con una proporción de relleno-masa perfecto, son como un cuadro de figuras geométricas y flores. Le agregas las salsas, y listo; no sabes si es comida o pintura.
Los platos fuertes siguen por la misma línea mexico-moderna-femenina. Probamos el chuletón de cerdo, con una salsa de chile y tomate acompañado de frijoles cremosos. Una explosión de distintos chiles que pide tortillas para hacer taquitos o para recoger los restos de salsa.
Para terminar, no puede faltar el postre, lo más dulce del menú no solo en el paladar, sino también para los ojos. Clásicos como el arroz con leche o la nieve llegan a la carta con toques muy especiales. Los gaznates, servidos con las clásicas mariposas de Martha, por ejemplo, son una locura de sabores en un mismo plato: rellenos de pulque con coco sobre crema de queso parmesano. Suena raro, pero después del primer bocado necesitas seguir comiendo para entender qué es exactamente lo qué esta pasando, y porqué sabe tan bien.
La carta de Filigrana no se reduce sólo a comidas y cenas. Los desayunos también son un must, desde los chilaquiles hasta los licuados y panes dulces. Todo igual de delicado y balanceado, porque para Martha, quién ha vivido toda su vida rodeada de arte, cultura y cocina, cada platillo es un lienzo temporal, y cada restaurante es el espacio perfecto para recrear ese acto tan humano de compartir, platicar, y convivir alrededor de la mesa. Filigrana, en particular, es un espacio que se presta a esas pláticas a gusto, largas, acompañadas de un desayuno mexicano delicioso o de un par de cocteles y unas entradas para el atardecer.
Lo que es seguro, es que saldrás contento de haber ido, de haber disfrutado por los ojos y por la boca, y orgulloso de nuestra gastronomía mexicana.
Restaurante Filigrana
Toma nota:Veracruz 62, col. Roma norte, CDMX
Tel: (55) 4398-3137
Instagram: @filigranacdmx
Web: filigrana.com.mx
The post appeared first on Revista Maria Orsini.