Hasta el infinito y más allá…
Esa frase tan motivadora de la película Toy Story, en la que Buzz Lightyear se lanzaba empicado porque tenía muy claro que podía volar ¿al final lo hizo no? (bueno con algo de ayuda…). Los creativos de Disney estuvieron muy acertados al transmitir a nuestros pequeños que todo es posible si crees en ello.
No creas que yo un día me levanté y dije voy a hacer un tarta. Tuve algún “pinito” y el resultado fue: “y está suela de zapato quien la ha hecho” (mi padre dijo con mucho tacto).
*Visto en Pinterest
Me centré en la cocina cuando me casé, por razones obvias: algo teníamos que comer jeje. Mi madre sorprendida me decía:
Pero hija ¡¡que vas a cocinar si nunca te has puesto!!
No me había puesto de forma directa, si que había estado mucho con mi madre mientras cocinaba y se me fueron quedando cosas interiorizadas.
Tal vez la genética hizo que me pareciera a mi abuela (por parte de padre), cocinaba como los ángeles. Mi madre intentó aprender cosas de ella, en cierto modo no quería que se perdiera su forma de cocinar, como una herencia. Una idea muy bonita.
No quería que se perdiera su forma de cocinar, como una herencia
Superada la fase de la “suela de zapato”, me fui interesando más por la cocina salada entre otras cosas porque (y no me matéis) yo soy más de salado que de dulce.
Luego llegó esa etapa en mi vida un poco turbulenta en la que todo se me vino encima (como ya sabéis) y en esos momentos la televisión es una gran vía de escape.
Nunca me arrepentiré, ni me avergüenza decir que yo comencé haciendo repostería por culpa del “rey de las tartas” Buddy Valastro. Me resultó divertido. ¡De la nada creaba tartas alucinantes!. ¿Lo mejor de todo?, la reacción que tenía la gente al verlas…ese fue el click en mi cabeza.
El primer curso que hice fue un fiasco, ello no me desanimó. Después fui investigando en las redes y conociendo gente maravillosa.
Parece que fue ayer, llevo a mis espaldas unos ocho años haciendo repostería de todo tipo casera y creativa. No de forma continua pero echando la vista atrás estoy contenta del avance…y lo que me queda por mejorar.
Lo que quiero transmitirte con esto es que tú también puedes
Quiero que cierres los ojos y pienses en esa persona que no sabe que va a recibir una sorpresa. Una sorpresa diseñada con cariño, con un estudio muy detallado de los gustos de esa persona …y se ha plasmado sólo para ella toda tu energía positiva para arrancarle una sonrisa.
¿Qué mejor recompensa hay en esta vida que una sonrisa?
No te voy a decir que es un camino de rosas ni que sea horrible, solo que si realmente te gusta debes intentarlo. No hacerlo ya sabes donde te lleva, donde estás ahora. Olvidate del “y si”.
Todos tenemos un pequeñajo creativo intentando salir que muchas veces reprimimos por la vida que llevamos: todo debe ser estándar, lo distinto lo rechazo, las prisas, miedo a la opinión de los demás…etc.
La cocina está llena de recetas hoy que en su día fueron accidentes, si como lo oyes. Si nadie le hubiera puesto pasión no disfrutaríamos de galletas con pepitas de chocolate (Ruth Wakefield , 1930) o conos de helado (Arnold Fornachou 1904)
El cambio es nuestra opción y se inicia cuando se decide. Ratatouille
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