Y no solo fácil, sino que también, muy delicioso. Los que me seguís, sabeis que no soy una gran apasionada de los dulces con limón, excepto del bizcocho de canela y limón, que ese sí que me pierde.
Pero tengo una madre, que cada dos por tres prepara algún mousse de limón, tarta de limón, lemon curd para acompañar sus postres… en fin, que somos como la noche y el día en este sentido.
Y bueno su color favorito es el amarillo, con eso os lo he dicho todo.
Pues bien, mi madre lleva tanto tiempo diciéndome que no encuentra un helado de limón cremoso que sea fácil de hacer, sin huevo crudo y sin heladera (ojo, que se puede hacer con heladera sin problema), y aquí es donde entra mi papel como hija predilecta.
He preparado este helado especialmente para invitarla a merendar este fin de semana y así que deje de darme la paliza de una vez por todas, de que no tengo recetas con limón en el blog.
Lo que más me ha gustado de esta receta que he conseguido hacer exitosamente (no todos los helados salen bien), es que con apenas 4 ingredientes y 15 minutos, tenemos listo en el congelador nuestro helado de limón cremoso.
Muchos os echaréis las manos a la cabeza al ver tanta leche condensada, pues bien, tengo que deciros que la leche condensada ayuda a que nuestro helado quede cremoso y no se cristalice.
En las heladerías usan glucosa y azúcar invertido, que a fin de cuentas es lo mismo, pero para hacerlos en casa, nos es muy complicado encontrar estos ingredientes.
Claro está que este limón no es apto para la dieta del bikini, pero después de esta cuarentena, ha quedado abortada dicha operación, así que de perdidos al río, ¡a disfrutar!
Pues nada amores, me despido ya, no sin antes recordaros que en el blog hay un montón de recetas de helado deliciosos y fáciles de hacer que os ayudarán a endulzar los días de calor.
Mil besos