Ingredientes:
- 400 mililitros de nata (crema de leche).
- 200 mililitros de leche entera.
- 150 gramos de azúcar.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 80 gramos de chocolate.
Elaboración:
Montamos la nata (crema de leche) y añadimos la leche, el azúcar, la vainilla y seguimos batiendo hasta que esté todo bien integrado.
Tapamos con papel film y metemos a la nevera de un día para otro. Al día siguiente sacamos la heladera (no os olvidéis que el cubeto para enfriar lo habéis tenido que meter al congelado también el día de antes) y echamos nuestros helado y lo dejamos 15 minutos. Mientras rallamos el chocolate o lo cortamos con un cuchillo y se lo añadimos a la heladera y lo dejamos otros cinco minutos y ya está el helado listo para degustar.
A mí me gusta recién salido de la heladera, ya que no está tan frío como si lo tenemos en el congelador y queda mucho más cremoso, pero si os sobra, lo metéis en un taper y lo introducís en el congelados, eso sí cuando lo vayáis a degustar sacarlo con un poco de antelación para que no esté tan frío.