Vamos a preparar unos huevos de colores rellenos de bizcocho de chocolate, que por ponerle nombre en inglés que así queda todo más sofisticado los llamaremos Eggcakes. Y tan pancha me he quedado jajaja
Ingredientes:
5 huevos BLANCOS, para la receta del bizcocho no vamos a usar todos así que lo que podéis ir haciendo es "rompiendo" los huevos como os cuento más abajo cuando hagáis otras recetas y guardando las cáscaras.
Colorantes alimenticios de cuanto colores queramos, yo he usado los que son en pasta de Wilton, no sé si valen otros, pero supongo que con los líquidos del super también se puede hacer.
Vinagre blanco
5 cucharadas de harina
4 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de cacao puro sin azúcar
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de leche
1 pizca de extracto de vainilla (yo uso vainilla en polvo, me gusta más)
1/2 cucharadita de levadura en polvo
Lo primero que vamos a hacer es cascar los huevos de manera que solo se rompan un poco por abajo. Por este hueco sacaremos la yema y la clara.
Para ello miramos cual es el "culo" del huevo y lo sujetamos hacia arriba. Con un cuchillo de punta fina y afilada "picamos" suavemente.
Cuando tengamos hecha una muesca metemos el cuchillo y vamos levantando la cáscara.
No os preocupéis porque caiga cascara dentro del huevo y lo contaminéis, si lo hacéis suavemente romperéis la cáscara pero no la membrana de dentro. De esta manera la cáscara que caiga se puede sacar con facilidad. Os pongo una foto donde se ve que, aunque incline el huevo, lo de dentro no se cae por la membrana.
El hueco que hagamos tiene que ser lo suficientemente grande para que podamos sacar el interior y lo más importate, para que podamos rellenarlo; pero lo suficientemente pequeño para que no se note mucho y el huevo siga teniendo, pues eso, forma de huevo.
Una vez que tenemos el agujero echo sacamos el interior, como el agujero es pequeño lo más probable es que la yema se nos rompa, don"t worry, es normal. Reservamos el interior, nada se tira, y la cáscara la metemos en agua con un poco de jabón, luego sacamos y enjuagamos. Aqui se ven todos colocados hacia arriba, el agujero está debajo y no se ve.
¡HORA DE COLOREAR! vamos a ir cogiendo un vaso por cada huevo de manera que este quede bien sumergido. Este vaso lo llenamos de agua caliente casi hasta arriba, añadimos un poco de colorante del color deseado y una cucharada de vinagre.
Sumergimos el huevo y... a esperar.... cuanto más tiempo esté mejor, cogerá un color más intenso. Os recomiendo dejarlo minimo una noche.
Una vez tienen el color que queremos los sacamos, enjuagamos el interior y dejamos secar. Mientras vamos preparando el bizcocho que pondremos dentro. ¡Mirad que colores más bonitos han cogido!Como véis el morado es el que peor queda pero los naranjas y rojos...¡quedán genial! si solo tenéis los colores básicos mezclarlos y conseguiréis más, por ejemplo, el naranja yo lo he hecho con rojo y amarillo.
Para el bizcocho solo vamos a usar un huevo y la yema del otro. O si se os han roto todas las yemas usad dos huevos y listo.
Derretimos la mantequilla y mezclamos con el azúcar y el cacao. Añadimos el huevo y movemos hasta que se integre. Echamos los ingredientes sólidos restantes tamizados: extracto de vainilla, harina y levadura. Por último añadimos la leche. Movemos suavemente, no demasiado, lo justo para que todo ligue bien.
¡Ahora toca rellenar los huevos con esta masa! Si tenemos una manga pastelera con una boquilla de rellenar nos será más fácil. Sino podemos usar una bolsa de bocadillos a la que le hagamos un agujero o un miniembudo. Y sino despacito y con mucho tino. Perdonad por esta foto pero me he quedado sin batería enla cámara pequeñita que es la que pongo en el trípode, y he tenido que sujetar la cámara y la manga a la vez, uffff.
Para que nos sea más fácil también es importante apoyar el huevo en algún sitio y tener las dos manos libres (no como yo) Podemos usar un vaso, un cacharrito para los huevos duros (no sé como se llama) o un molde pequeño como el mío. La cuestión es que nos queden estables y con el agujero hacia arriba.
Para rellenarlos os aconsejo no hacerlo mucho, a unos 3/4, así si suben demasiado la masa asomará un poco por el hueco, pero si lo llenamos mucho y sube muy rápido puede ser que el huevo se parta. Mejor que se nos quede un pelín vacío a que se parta. Aunque si habéis hecho muchos podéis hacer una par de pruebas para ver hasta donde llenar.
Para hornearlos yo he usado este molde que me viene que ni pintado, pero si no tenéis podeis hacerle una base de papel de aluminio rígida, por ejemplo. Horneamos 20 minutos a 170º. Antes de sacarlos hacemos la prueba del palito. Una vez salgan del horno tendrán esta pinta. Los de atrás me han quedado un poco vacíos, pero bueno.
Ahora queda presentarlos, para ello he puesto una base de buttercream en un plato imitando cesped. He usado boquilla de cesped nº 233. Luego he puesto los huevos encima y este este es el resultado. ¿Qué os parece?
La única pega de esta receta: pues que despegar el bizcocho del huevo cuesta un poco y se queda pegado a la cascara. Pero esto mismo podéis hacerlo con unos huevos duros. Seguro que a vuestros hijos les encanta estos huevos de colores.