El tiempo pasa muy deprisa y parece que ayer fue Semana Santa y antes de ayer Navidad, y mira por donde Julio ya está pasando de su ecuador.
Necesito esos días de desconexión, no es que me vaya de vacaciones dos meses pero si es cierto que estar con muchos frentes abiertos como puede ser el trabajo, la familia, la organización de un hogar, el blog, ... cansa y mucho, no solo fisicamente.
Ahora es el momento de parar, respirar hondo, relajarse un poco y pensar, pensar despacio e ir disfrutando de esos días, en que a pesar del calor, lo que que uno necesita es el "calor" de los suyos y disfrutar mucho de su compañía.
Os espero a la vuelta y sobre todo ser felices.