1. Cuando tengas que extender un buttercream (crema de mantequilla) o una ganache de chocolate sobre un bizcocho, calienta la espátula un poco debajo del grifo de agua caliente y sécala antes de usarla. Puedes repetir el proceso varias veces. De esta forma podrás extenderlo mucho mejor sin que se adhiera tanto a la espátula.
2. Si vas a montar una tarta, para evitar que el bizcocho se desmigue, congélalo antes, (una vez se haya enfriado), de esta forma podrás extender tu frosting sin que se desprenda ninguna miga y quede visualmente perfecto.
3. Para que las claras montadas queden bien firmes y aporten el máximo de “aire” a la masa, añade ½ cucharita de postre de cremor tártaro y resérvalo en la nevera hasta que vayas a usarlo. Recuerda que tendrás que integrarlas manualmente con una espátula para obtener un bizcocho más esponjoso.
4. Uno de los mandamientos más importantes en repostería, es no abrir el horno durante los primeros 30 min de cocción. Una vez haya transcurrido el tiempo recomendado para la receta, si ves que sigue crudo por dentro y se está cociendo demasiado la superficie, puedes cubrirlo con una hoja de papel de horno o papel de aluminio y dejar que siga horneándose.
5. Si tienes intención de usar colorantes artificiales para tus creaciones, fíjate bien en el que utilizas porque dependiendo de lo que quieras colorear, será más conveniente utilizar uno en gel o líquido. ¡Sobre todo, si quieres colorear sólo chocolate para hacer “cake balls” necesitarás un colorante específico para que salga perfecto!
También debes tener en cuenta que para que un tonalidad no se vea afectada por el color amarillento de la masa o chocolate blanco, deberás aclararlo antes con un colorante blanco para que quede perfecto.
7. Si quieres hacer un turrón, o barritas de cereales… o cualquier receta que vaya a la nevera, y no tienes a mano un molde adecuado, puedes utilizar un brik de leche, recortándolo por la mitad.
7. Si necesitas mantequilla a temperatura ambiente y has olvidado sacarla de la nevera con suficiente antelación, puedes cubrirla con un vaso caliente y verás que enseguida se suaviza la textura.
8. Cuando tengas que rellenar una manga pastelera, utiliza como soporte un vaso alto o cualquier recipiente donde introducirla que te sea cómodo. ¡Es mucho más práctico que aguantarla con la mano!
9. Si tienes que retirar algún trozo pequeño de cáscara de huevo y se resbala, puedes hacerlo utilizando una de las 2 mitades de la cáscara a modo de cucharilla. Podrás retirarla sin ninguna dificultad.
10. Para evitar que las pepitas de chocolate se hundan en el fondo del bizcocho, puedes enharinarlas un poco antes de añadirlas, aunque la efectividad de este truco dependerá mucho de la consistencia de la masa.
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