A diferencia de las hogueras, los hoyos de leña poco profundos permitían que el calor se conservara durante más tiempo y las variaciones de temperatura eran menores.
La técnica de cocción con serrín, utilizada actualmente, es muy similar a las cocciones en hoyo.
Con el tiempo se empezaron a añadir al horno primitivo paredes laterales de barro para mantener el calor por más tiempo y posteriormente se procedió a techar la parte superior del mismo.
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