Mi ansiado retorno a la naturaleza

Hoy quiero hablaros de Mi ansiado retorno a la naturaleza. Volvemos a la playa, al monte, a trabajar. Tras muchos días inciertos salimos al exterior. Con inseguridad, temores y con muchas precauciones. Hoy os quiero contar una de mis primeras salidas, con nervios, mascarilla y táper de comida incluido.

Como muchos de vosotros, he pasado muchos días en casa, demasiados, sin salir siquiera para ir a la compra. Más de 60 días que han dado tiempo para un montón de sentimientos: Incredulidad, miedo, tristeza, inseguridad…

Ha pasado el tiempo y empezamos a tener un poco más de libertad. Es, en ese momento, cuando te das cuenta de todo lo que has echado de menos. La familia, los amigos, los paseos junto al mar, las mañanas en el monte, los picnics…

Si me seguís por Instagram recordareis que, para alejar la nostalgia, propuse recrear nuestro 
 en casa. En mi caso fue en el salón y disfruté de lo lindo de todo el proceso. Esta idea nació con la única pretensión de pasar un rato divertido en un momento difícil. Olvidarnos de la situación y romper con la rutina, aunque fuera tan solo por unos instantes. Gracias de nuevo a todos los que participasteis.

Picnic de confinamiento en el salón
Picnic de confinamiento en el salón. La imaginación me llevó a una cascada en plena naturaleza. Fotomontaje.
Mi primera salida real ha sido por el monte. Necesitaba poder respirar hondo, y sentir el cantar de los pajaritos en las ramas de los árboles. ¿Habéis abrazado alguna vez a un árbol? ¿Habéis sentido su energía? Si la respuesta es no os aconsejo que lo probeis. ¡Es mágico!

En el mismo momento en el que pones el primer pie en la hierba, es cuando te das cuenta de lo mucho que lo has echado de menos.

Árboles y descanso
Momentos ansiados de relax en plena naturaleza

Mi ansiado retorno a la naturaleza

Durante el tiempo que hemos permanecido en casa hemos visto cómo la naturaleza ha seguido su curso y  cómo recuperaba su sitio. Menos contaminación en el ambiente, playas limpias, delfines que se acercan a nuestras costas… Todo esto nos tiene que hacer pensar. Está claro que el ser humano es el mayor depredador que existe.

Como ya sabéis me gusta salir al monte, hacer picnics y disfrutar del día bajo la sombra de un gran árbol. Quiero a la naturaleza y la respeto.

Todos podemos incorporar, en nuestro día a día, pequeñas acciones para que el ecosistema no pierda su equilibrio.

Afortunadamente los gobiernos se han dado cuenta que no tenemos planeta B, y han empezado a tomárselo en serio creando ambiciosas políticas medioambientales.

Ahora mismo la hostelería se está reinventando. Debido a las limitaciones de aforo dentro de los establecimientos,  están preparando comida para llevar y, me consta, que muchos se están preocupando porque los envases sean biodegradables. Fabricados con almidón de patata, yuca o caña de azúcar.

Cómo cuidar el medio ambiente de manera individual

¿Cómo podemos cuidar el medio ambiente de manera individual? Hay muchas pequeñas acciones que podemos hacer para aportar nuestro granito de arena.

Podemos utilizar la regla de las 3 R. Una acción para cuidar el medio ambiente reduciendo el volumen de residuos generados

Reducir

Reutilizar

Reciclar
Por ejemplo, si tenemos que comer a diario fuera de casa y nos llevamos nuestra propia comida, debemos utilizar táperes reciclables. ¡Nada de usar y tirar!

Olvidémonos del uso de papel de aluminio, en su lugar existen en el mercado envoltorios de cera de abeja o porta bocadillos lavables y reutilizables.

He descubierto una empresa catalana, Roll´eat,  que crean alternativas creativas a los envoltorios de un solo uso. En mi primera salida al monte, después de muchos días en casa, me llevé una de sus bolsas térmicas porta alimentos.

Primer picnic

Siempre que salgo a caminar llevo un poco de agua fresca y algo de comer. ¡Nunca se sabe el tiempo que vas a estar en el monte!.

Os enseño mi primer “picnic”

Mi ansiado retorno a la naturaleza
Primera salida al monte y primer tentempié.
Para celebrar la primera salida de esta “nueva” temporada, he preparado unas gildas que transporto en botes de cristal de conservas. Los lavo, quito etiquetas y uso para mil cosas. Me sirven para transportar gildas, o frutos secos, cuando salgo. Pero también los uso en casa para hacer aliños para las ensaladas o conservar especias, por ejemplo.

Hace unos días preparé pollo asado y con las sobras hice estos bocadillos. Sobre pan de cereales pongo un poco de mostaza ligera, lechuga, rodajas de tomate y una mezcla de pollo deshilachado con la misma salsa ligera de mostaza. Tapamos con otra rebanada de pan y al táper. En este caso una fiambrera reutilizable.

Agua que se mantiene fresca gracias al material de la mochilita de transporte.

Un trapo de tela para no utilizar servilletas de papel.

Picnic con bolsa abierta
Si abres el porta táper por completo se convierte en mantel.
¿Qué os parece mi primera salida? Espero que sea la primera de muchas y que poco a poco volvamos a nuestra deseada normalidad, en la que podamos volver a besar y a abrazar a los nuestros.

Deseo que vuestra vuelta sea tal y como la deseais. Si os apetece contármelo me encantará que lo hagáis por aquí o por mis redes sociales. ¡Gracias por leerme!

Fuente: este post proviene de Gourmet Bilbao, donde puedes consultar el contenido original.
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