Hay recetas que con sólo probarlas una vez entran directamente en tu lista de favoritas y éste es el caso de la que compartimos hoy: crema de cacao y avellanas casera, sí, como la Nutella o la Nocilla pero mucho mejor.
Pocas meriendas hay mejores que un buen bocadillo de crema de cacao, ¿verdad? Recuerdo que me encantaban cuando era pequeña y, la verdad, es que a día de hoy siguen siendo mis favoritos!!
Recordáis la canción de aquel spot televisivo que decía: "leche, cacao, avellanas y azúcar". Leyendo la etiqueta de esa conocida marca vemos que el producto llevaba más cosillas, sin embargo esta receta no lleva más, para hacerla necesitarás únicamente estos ingredientes, un poco de aceite y, si quieres, aroma de vainilla. Yo me la he encontrado en el blog Danza de Fogones pero, tras haberla hecho unas cuantas veces, la he ido adaptando a mis gustos y sólo puedo decir que ¡me pirra!
Como decía antes, los ingredientes que tenemos que utilizar están claros pero, ¿y las cantidades? Pues aquí os dejo todo tal cual la hago yo para que no perdáis detalle y os salga una crema de cacao igual de sabrosa:
100 gr de avellanas tostadas.
30 gr de cacao puro desgrasado en polvo.
50 gr de azúcar moreno.
50 gr de aceite de oliva suave.
100 ml de leche entera.
Una cucharadita de aroma de vainilla líquido.
Lo primero que haremos será triturar las avellanas tostadas en una picadora o con la batidora, hasta que se forme una especie de pasta como la que veis en la foto. Al principio cuesta, pero luego ya vais a ver que las avellanas empiezan a soltar jugo y se forma una pasta que, todo hay que decirlo, ¡huele que alimenta!
A continuación agregamos el cacao, el aceite, el azúcar moreno, la leche y el aroma de vainilla. Y batimos todo hasta lograr una pasta homogénea, en la que los ingredientes estén bien mezclados y la textura adquiera consistencia.
Si la notáis muy blanda podéis meterla en la nevera durante un par de horas para que coja consistencia, si no ya podéis zampárosla en el momento. En mi caso he de decir que la hice para merendar y estaba exquisita sin pasar por la nevera.
Para conservarla, al llevar leche, es importante que la mantengáis en el frigorífico y no más de cinco o siete días, aunque os aseguro que eso en mi casa no es un problema porque ¡no dura nada!
Espero que hagáis esta receta tan fácil y tan sabrosa! Y ya me contaréis, porque estoy segura de que dejareis de comprar la del supermercado para hacerla en casa ;)
Quizás te interese...