En verano nos surge la disyuntiva de encender el horno o no hacerlo. Yo siempre he dicho que tengo claro que me compensa hacerlo, de hecho sin horno no comeríamos pan casero en todo el verano, y es un placer al que no podemos renunciar en casa. Por ello el otro día preparé este riquísimo pan de molde con semillas que se prepara en poco más de horas (con estos calores el proceso de las masas se acelera). No necesita masa madre, por lo que es un pan apto para todos los públicos. Espero que os guste tanto como a nosotros.
INGREDIENTES:
500 gr. de harina de fuerza
10 gr. de sal
30 gr. de mantequilla
300 gr. de leche
12 gr. de levadura fresca de panadería o 4 gr. de levadura seca
20 gr. de azúcar
75 gr. de mix de semillas (pipas, sésamo, chía...) para la masa más otros 30 0 40 gr. para la corteza
1 huevo para pintar la masa
PREPARACIÓN:
Podemos amasar a mano (aunque con estos calores lo desaconsejo), también en amasadora o en Thermomix. Añadimos la sal a la masa, la mantequilla, el azúcar y un tercio de la leche. Empezamos a amasar y a los dos minutos añadimos la levadura disuelta en la leche restante. Seguimos amasando 7 minutos más y luego añadimos el mix de semillas. Amasamos un minutos más. Hacemos una bola con la masa y la introducimos en un bol o táper aceitado y tapamos o cerramos. Dejamos a temperatura ambiente hasta que doble su volumen.
Pasado ese tiempo sacamos la masa del bol y preformamos dando forma de bola. Tapamos con un paño húmedo y dejamos reposar de 15 a 20 minutos. Pasado este tiempo desgasificamos un poco la masa y extendemos con las manos, luego enrollamos la masa y le damos forma cilíndrica.
Introducimos en el molde engrasado con el pliegue hacia abajo. Tapamos el molde y dejamos hasta que la masa ocupe un poco más de dos tercios del molde (el molde que he usado es éste).
Mientras tanto precalentamos el horno a 220º. Antes de introducir en el horno pintamos la superficie del pan con huevo batido. Espolvoreamos las semillas por toda la superficie y lo llevamos al horno.
Horneamos durante unos 30 minutos aproximadamente. Sacamos y desmoldamos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Queda realmente delicioso y tierno, lo podéis preparar tanto para tostadas como para sándwich, y lo mejor es que no tiene mucho trabajo, tan sólo pasar un poco de calor encendiendo el horno, aunque podéis salir de la cocina mientras se hornea.
Feliz miércoles.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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