Cada sábado nos reunimos la familia para comer. Yo llevo siempre el postre, normalmente y por petición popular, algo con chocolate. Pero esta semana, haciéndome la rebelde, he preparado un postre sin nada de chocolate.
Y el postre elegido ha sido este pastel helado de yogur que he adornado con fresas naturales. ¡Una delicia!
Encontré esta receta en el blog Pasen y Degusten y la he tuneado un poco. El principal tuneo ha sido meterla en el congelador y que la tarta adquiera una textura helada que nos ha gustado mucho. Pero si no queréis congelarla, la guardáis en la nevera hasta que cuaje, solo que entonces no tendrá la misma consistencia. Vosotros decidís, de cualquier manera ¡está riquísima!
INGREDIENTES:
Para la base:
150 gr de galletas María
80 gr. mantequilla
Para el relleno:
125 gr. azúcar
100 gr. leche condensada
4 yogures naturales
400 gr de nata (crema de leche) para montar
6 hojas de gelatina neutra
100 ml de agua
100 gr de fresas
PREPARACIÓN:
CON THERMOMIX:
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un recipiente con agua fría para hidratarlas
Ponemos las galletas en el vaso de la thermomix y trituramos 15 segundos a velocidad 8-10. Mezclamos con la mantequilla que habremos fundido en el microondas hasta formar una pasta con la que forraremos un molde desmoldable. El mío es de 23 cm. Horneamos a 180º unos 15 minutos y reservamos.
Calentamos los 100 ml de agua y disolvemos en ella las hojas de gelatina ( bien escurridas) que teníamos hidratándose. Removemos muy bien y dejamos templar.
En el vaso de la thermomix y con la mariposa puesta, montamos la nata (crema de leche) que debe estar muy fría (yo la dejo un rato antes en el congelador). Montamos a velocidad 3 ½ sin tiempo, hasta que la veamos lista, pero estad atentos porque si nos pasamos se convertirá en mantequilla. A mi me montó en un minuto y medio aproximadamente. Tampoco es necesario que esté muy montada. La reservamos.
Ponemos en un bol la leche condensada, los yogures y el azúcar y batimos con la batidora eléctrica hasta que los tres ingredientes estén bien mezclados.
Incorporamos el agua con la gelatina disuelta y removemos bien.
A esta mezcla añadimos la nata montada (crema de leche) y con movimientos envolventes lo mezclamos todo.
Volcamos la mezcla sobre la base de galletas.
Guardamos la tarta en el congelador. Es mejor hacer la tarta el día anterior.
Justo antes de servir adornamos con las fresas bien lavadas y fileteadas o partidas por la mitad
SIN THERMOMIX:
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un recipiente con agua fría.
Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla fundida, para formar la base de la tarta. Ponemos esta mezcla en un molde desmoldable y horneamos 15 minutos a 180º. Reservamos.
Calentamos los 100 ml de agua y disolvemos en ella las hojas de gelatina ( bien escurridas) que teníamos hidratándose. Removemos muy bien y dejamos templar.
Ponemos en un bol la leche condensada, los yogures y el azúcar y batimos hasta que los tres ingredientes estén bien mezclados.
Incorporamos el agua con la gelatina disuelta. Removemos bien.
En otro bol montamos la nata (crema de leche) con unas varillas eléctricas. Una vez montada la añadimos a la mezcla anterior. Removemos con una espátula para que la nata (crema de leche) se integre bien con el resto de ingredientes.
Volcamos la mezcla sobre la base de galletas.
Guardamos la tarta en el congelador. Es mejor hacer la tarta el día anterior.
Justo antes de servir adornamos con las fresas bien lavadas y fileteadas o partidas por la mitad
Pulverizamos las galletas y las mezclamos con la mantequilla fundida.
Ponemos la mezcla en un molde desmoldable y horneamos 15 minutos a 180º. Reservamos
Montamos la nata (crema de leche).
En un bol, batimos los yogures, la leche condensada y el azúcar.
Calentamos las hojas de gelatina que teníamos hidratándose.
Y las añadimos a la mezcla anterior.
Incorporamos la nata (crema de leche) y mezclamos con movimientos envolventes.
Vertemos sobre la base de galletas y dejamos enfriar unas horas en el congelador hasta que cuaje y esté bien helada.
Antes de servir adornamos con fresas naturales.
Una tarta de sabor suave y nada empalagosa.
Muy apropiada para los días de calor, que ya se nota mucho por Málaga!