La guindilla procede de América, traída a Europa por Cristóbal Colón en su segundo viaje,
es conocida también por los nombres de "ajíes" y "chiles".
Ingredientes
1 pollo troceado
150 ml de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla
4 ajos
1 cucharada de tomate frito
El zumo de medio limón
1 cucharadita de mostaza
Pimienta en grano
1 cucharadita de pimentón
1 guindilla o 2 pequeñas, dependiendo del grado de intensidad que prefieras pon más o menos
Sal
150 ml de vino blanco y un poco de agua
Almendras tostadas (opcional)
Perejil troceado
Preparación
Una vez limpio el pollo y escurrido, fríelo en el aceite por todos lados y reserva en un plato. Esparce el zumo de limón por encima.
En ese mismo aceite fríe la cebolla y los ajos troceados. Pasados unos minutos pon el tomate, la mostaza, la pimienta, la cayena y el pimentón. Remueve durante unos segundos.
Incorpora el pollo, añade la sal, el vino y el agua hasta casi cubrir el pollo. Remueve y déjalo enternecer durante unos 30 - 40 minutos o hasta se quede en la salsa (cuando aparentemente parezca que se va a pegar al fondo de la cazuela).
Agrega las almendras troceaditas, previamente tostadas en unas gotas de aceite y sal. Remueve, esparce el perejil y sirve.