Esta receta me encanta y ya es una habitual en mi casa. Hay mil maneras de hacerla. La mía, y sale realmente rica, es como sigue (para dos personas):
INGREDIENTES
300 g de pechuga de pollo
1 cebolla
2 - 3 dientes de ajo
1 manzana grande (o incluso algo más)
2- 3 cucharaditas de curry
1/2 - 1 cucharadita de comino en polvo (opcional)
2 cucharadas de aceite
Caldo de pollo o agua (unos 200 ml. Lo vamos viendo, lo que haga falta)
1 cucharada de maizena o de Husk (Psyllium) (algo para ligar, vamos. Solo si nos hace falta)
Sal y pimienta negra molida al gusto
Cebolleta y cebollino para decorar
PREPARACIÓN
- Cortamos el pollo en trozos más bien grandes y lo doramos, nada más, en una sartén con un poco de aceite. Reservamos.
- Picamos finito la cebolla y los dientes de ajo y los pochamos en la misma sartén. Si hace falta, añadimos algo más de aceite.
- A continuación añadimos los trozos de manzana y el curry (y el comino) y cocinamos un par de minutos removiendo bien, sobre todo al principio, para que se integre bien el curry y cubra el resto de ingredientes.
- Añadimos entonces los trozos de pollo y el caldo o agua y dejamos cocer unos diez minutos, removiendo de vez en cuando. Vigilamos el nivel de líquido y añadimos más si vemos que se consume demasiado. Si por el contrario vemos que queda más líquido podemos aumentar algo el calor y añadir una cucharada de maizena o Husk (de Husk mejor media, o incluso menos. Espesa muchísimo!) para que ligue un poco.
- Pasado el tiempo, cuando veamos que el pollo está bien hecho, apagamos y retiramos del fuego.
- Por último cortamos trozos o rodajas finas de cebolleta y cebollino, y espolvoreamos por encima antes de servir. Yo lo acompañé de cuscus, cocido sin más. Mezclado con la salsa queda delicioso. También va fenomenal con arroz o quinoa, lo que os guste.
Un plato completo, fácil y riquísimo.
Qué lo disfrutéis! J
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