La receta que hoy viernes os propongo es altamente nutritiva y sus propiedades reforzarán nuestro sistema inmunológico, ya que contiene vitaminas B y C que protegerán nuestro organismo y además nos aportará energía que nos ayudará en los primeros días de vuelta al trabajo, ya que contiene fósforo y hierro.
A veces no consumimos determinadas frutas por no tener claro cómo comerlas o por la dificultad a la hora de pelarlas.
Os comento que la piña que utilizo para el plato de hoy es congelada. Podéis comprar una piña, pelarla y cortarla en porciones y congelarla, después sólo tenéis que descongelarla y utilizarla con normalidad, os aseguro que la textura será la misma, y además conservará muchas de sus propiedades.
Lógicamente lo ideas es consumirla nada más partirla, pero a veces una piña es demasiado y se nos acaba estropeando en la nevera... antes de tener que tirarla... podéis congelarla. Ya veréis como no lo notáis.
Piña
Lima
Miel (opcional)
Si tenéis la piña fresca, sólo tendréis que trocearla como más os guste, en rodajas, medias lunas, taquitos.
Rallamos la piel de la lima sobre la piña.
Exprimimos su zumo encima.
Y añadimos por encima un chorrito de miel . Esto es opcional, ya que si lo que queremos es cuidarnos, la miel es mejor que la dejemos en la despensa.
Sólo queda presentar nuestra piña y a disfrutar.
La piña es maravillosa para después de los excesos. ¿Qué otra fruta utilizas para combatir los mismos?
BUEN FIN DE SEMANA