El gran Confucio dijo: "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida". Si diseñara pasteles de boda seguro que no trabajaría ningún día más de mi vida! Sueño con tartas de pisos, adornados con lavanda, rosas, higos, frambuesas, virutas de chocolate... Cómo estos de mi pinterest.
Este verano por fin hice mi primera tarta nupcial. La única condición de la novia "que esté buenísima!". Les propuse una tarta de dos pisos con un bizcocho de limón, relleno de lemon curd y cobertura de frosting de mascarpone. Una tarta cítrica y fresca ideal para la calor de julio. La boda, en petit comité, se celebraba en una casa rural cerca de mi pueblo. Así que los novios optaron por una decoración rústica para su tarta. No querían la típica tarta perfecta, querían algo auténtico y personal. Para darle un aire más rustic-chic el frosting no está alisado, sino que hice pequeños surcos con la pala de pastelería. El toque final y elegante, una rosa en lo alto del pastel, la misma flor que la novia llevaba en su ramo.
El blanco en las bodas, cómo seguro que ya sabéis, es un símbolo de pureza. Pero además en las tartas nupciales, antiguamente, era un símbolo de riqueza. Ya que para conseguir un glaseado blanco, el azúcar tenía que ser muy refinado y de gran calidad, algo extremadamente caro que sólo se podían permitir las familias más adineradas. Interesante, ¿verdad?!
¿Y qué deciros del uso de las flores frescas como decoración? Actualmente seguro que habéis visto muchas flores hechas con pasta de azúcar. aunque he visto flores de azúcar espectaculares, creo que la belleza de una flor fresca es muy difícil de superar. Por lo que veo en pinterest no debo ser la única que piensa así, porque cada vez veo menos fondant y más fruta, flores frescas... Me encanta!! Soy de la opinión que una tarta primero se ha de comer por los ojos.
Aix, continuaré soñando... Feliz viernes!!
Bsitos ;*
Delgraphica