A esto se une el hecho de que la utilización de guantes de látex provoca la transferencia de proteínas de este material a los alimentos durante su manipulación. Estas proteínas causan reacciones alérgicas en personas sensibilizadas al látex aún después de haber cocinado los alimentos.
Para minimizar este riesgo la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha realizado la siguiente recomendación:
El guante de látex no es adecuado para la práctica alimentaria por el riesgo de originar reacciones alérgicas en los consumidores.
El látex de caucho natural no debe confundirse con los cauchos sintéticos basados derivados del petróleo. Mejor utilizar estos guantes que los de latex.
Las reacciones a la exposición al alérgeno son generalmente agudas, pudiendo provocar síntomas como congestión nasal, urticaria o dificultad al respirar (similares en gran medida a los que sufren los alérgicos a las picaduras de abeja). Los casos más severos pueden llegar a la anafilaxis, que conlleva caída de la presión sanguínea, enrojecimiento de la piel, dificultad respiratoria aguda, inflamación de la garganta, lengua y nariz y pérdida de la conciencia.