Hoy hace exactamente dos años desde mi primera publicación en este blog que tan buenos momentos me ha dado. Dos años de una actividad mental frenética, pensando la elaboración, la presentación, publicando, comentando en las redes. Dos años de trabajo que a veces llega a agotar, a hacerte dudar. Dos años de verdadero frenesí en los que he conocido virtualmente a gente maravillosa, que son por los que al final haces todo esto.
Nunca antes había comentado en un post absolutamente nada, siempre supe que iba a ser un blog de recetas y fotos de mis dulces, pero hoy quiero charlar un rato con vosotros, quizás que me conozcáis un poco más como persona.
Me llamo Carmen, tengo tres hijos y soy cocinera. No hay mucho más.
Al principio, allá por septiembre del 2012, cuando empecé con las primeras recetas y fotos guardando para cuando me decidiera a dar al botón de publicar, sentía vértigo. Lo único que sabía a ciencia cierta es que nunca nadie iba a conocer mi trabajo, que no había ni habría nadie al otro lado que pudiera, ni por un segundo, pararse a ver o leer algo de lo que yo hiciera. Pero no ha sido así. Sé que muchos blogueros en un espacio de tiempo parecido han conseguido grandes logros con su blog, pero no era ése mi propósito. Yo quería que las personas con no mucho conocimiento de pastelería y repostería pudieran entender una receta y ser capaces de hacer elaboraciones sencillas con éxito, ésa era mi meta y sigue siendo dos años después.
Ahora no sólo tengo este dulce blog, he abierto otro de mi otra gran afición, que va muy despacito pero que me encanta y con el que disfruto un montón. Este dulce blog tiene su propio facebook, con más de 1.700 amigos, su pinterest con casi 200 seguidores, su tuiter con más de 1.300 seguidores, su google+ con
más de 1.300 seguidores y más de 1.200.000 visitas, una comunidad en google+ con más de 2.400 miembros. Pero sobre todo y ante todo este blog tiene 183 seguidores y hoy, precisamente hoy más de 100.000 visitas.
Es maravilloso.
Hace exactamente dos años publiqué mi primer post, Pan de pasas y cebolla, cómo pasa el tiempo, qué lejos están ya aquellos primeros nervios.
Me encanta hablar con mis hijos, el silencio, la buena música, últimamente oigo mucho rap, leer, ahora estoy con "La montaña del alma" de Gao Xingjian que me regaló mi hijo mayor por mi 52 cumpleaños, andar, la naturaleza, la amistad, la fotografía, tejer con ganchillo o agujas, ver buenas series en buena compañia o una buena peli a solas, el teatro, las noches de verano, cuidar mis plantas, comprar cacharritos de cocina, las bibliotecas, el silencio, la luz del atardecer en Madrid, mi madre, mi hermana, mis princesas, el olor del café por la mañana, mirar los escaparates de las pastelerías, viajar aunque no lo hago, inundar la casa con los olores de mis bollos...
Mis hijos.
Hoy no os traigo una receta, me apetecía vuestra compañía. Necesitaba dar las gracias a todos y cada uno de los que estáis al otro lado. Amigos invisibles que hacéis que esto pueda ser verdad.