En primer lugar quiero dar las gracias a todas las asistentes al taller, han sido unas alumnas estupendas y todas y cada una de ellas han puesto mucho de su parte para que todo saliera bien, muchísimas gracias chicas. También quiero agradecer a Verónica, la concejal de cultura de mi pueblo, por haberme dado todas las facilidades y proporcionado el lugar para poder realizar el taller.
El taller lo hicimos en dos días y la verdad es que se nos quedó un poco corto, pero la base para poder mejorar en la próxima casita que hagan la tienen, así que espero que mis consejos les hayan servido para ello.
Primer día de taller:
Empezamos haciendo la masa de las galletas y como podéis comprobar las hicimos de dos sabores diferentes, unas eran las clásicas de mantequilla y las otras de mantequilla con cacao, ahí cada cual eligió la que más le gustó.
Empezamos bien, pero hubo un problema, alguna masa quedaba demasiado dura y al preguntar qué harina habían llevado, el problema vio la luz, ya que se utilizaron harinas de diferentes marcas, aunque todas eran de repostería, pero como el curso era gratuito cada una tuvo que llevar sus ingredientes y utensilios para la mano de obra, de ahí que a pesar de utilizar la misma cantidad de harina la masa se comportara de diferente forma, pero pudimos solucionarlo y al final las masas salieron adelante.
Cuando estuvo solucionado el problema nos centramos en estirar y cortar, para ello les proporcioné los patrones de las diferentes partes de la casita y todas se llevaron las galletas preparadas para hornear, mi miedo era que aquello podía haber sido un desastre, pero no, las chicas lo hiciendo divinamente y salieron casi todas perfectas.
Segundo día de taller:
Como el día anterior tuvimos ese problema con las masas empecé explicando las diferentes clases de harina según el porcentaje de proteína, porque aunque parezca que todas las harinas son iguales, para nada, ya que dependiendo de la cantidad de proteína que contengan servirán para unas preparaciones u otras, con esto espero haber podido ayudarlas para la próxima vez que tengan que preparar algún tipo de receta que necesite una harina especial.
Como ya teníamos preparada la glasa del dia anterior, después de la pequeña explicación nos pusimos manos a la obra para construir la casita, teníamos que preparar unos cimientos fuertes para que quedara bien sujeta en la base de galleta, y también aquí surgió algún que otro contratiempo, para mí fue una pena ya que una de las casitas fue imposible montarla, se derrumbaba sin remedio, pero esa, no esperaba menos de ella, la pudo preparar de nuevo en su casa y ha quedado también estupenda, de lo que me alegro un montón.
Por todo ello estoy muy satisfecha del resultado, al final salieron adelante en el taller 14 de 15 casitas, por lo que el promedio fue estupendo, y además la 15 al final también salió, así que estoy muy, muy contenta.
Para rematar la faena empezamos a decorar, cada una como le gusto.
Y el resultado final fue estupendo para ser la primera vez que las chicas hacían algo parecido.
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