Es un lujo tener verduras de tu propio huerto, pero el tiempo, o mejor dicho la falta de tiempo es lo que peor llevo para poder organizar todo lo que se recoge sin que se estropee nada. Voy buscando y probando recetas para no aburrir al personal; Esta tarta ha pasado el visto bueno de los comensales que se sienten en mi mesa, así que otra combinación para aprovechar las hojas de espinacas, espero que vuestros comensales también le den el aprobado.
Ingredientes:
400 grs.de patata
400 grs.de espinacas
200 grs. de queso fresco
90 grs. de nata (crema de leche)
1 yema de huevo
50 grs. de Parmesano rallado
80 grs. de mantequilla
sal y pimienta
Elaboración:
Desechar los rabitos de las espinacas y lavar las hojas. Escaldarlas en agua hirviendo salada y escurrirlas bien. Reservar.
Pelar las patatas y cortarlas en láminas.
Aplastar el queso fresco hasta formar una crema, unirle la yema de huevo, la nata (crema de leche) y el queso rallado, salpimentar.
Precalentar el horno a 180º.
Untar con la mantequilla un molde desmoldable (con estas cantidades yo utilicé uno de 16 cm), ir rellenando a capas, primero cubrir con hojas de espinacas e ir alternando patatas, crema de queso y espinacas. En cada capa distribuir unos pequeños daditos de mantequilla, tapando la "tarta" con hojas de espinacas y pincelada con mantequilla derretida.
Introducir en el horno precalentado y dejar cocer 60 minutos aproximadamente. Comprobar el punto de cocción pinchando el centro de la "tarta" con la hoja de un cuchillo y verificando que salga limpia. Apagar el horno y dejarla reposar unos minutos.
Desmoldarla y pasarla delicadamente a una fuente. A nosotros nos gusta comerla tibia, el queso está mejor.
Fuente: este post proviene de Mamala, donde puedes consultar el contenido original.
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