Si alguna vez habéis probado una tarta hecha con alguna verdura o fruta, entenderéis perfectamente lo que quiero decir cuando digo que son las mejores. Por lo menos para mí. La verdura, en este caso, la zanahoria, le aporta una jugosidad y una humedad fantásticas, convirtiendo el bizcocho en el absoluto protagonista de la tarta, aunque en este caso, tengo que decir, que el frosting de queso tampoco estaba nada mal y que le iba como anillo al dedo.
Me he dado cuenta de que he publicado ya varias cosas con verdura en el blog. De hecho la primera receta que publiqué es un bizcocho de zanahoria que es un poco más sencillo que éste, porque tiene menos ingredientes, pero que también esta muy muy rico. Y también poco después publiqué el bizcocho de calabaza, similar al de zanahoria, pero algo más suave, diría yo.
Y por supuesto, no me puedo olvidar del jugosísimo bizcocho de calabacín y chocolate que publiqué hace unas semanas y que ya estoy deseando volver a hacer. Y es que no sé que tienen estas recetas que no me canso.
Esta tarta de zanahoria, que está inspirada en el maravilloso libro de Alma Obregón, Objetivo: Tarta Perfecta, la preparé la semana pasada para celebrar mi cumpleaños y tengo que decir que fue todo un éxito. Al principio no las tenía todas conmigo, porque eso de que llevara zanahoria, de entrada, a algunos no les hacía mucha ilusión. Pero entonces llegó el momento de probarla y todas mis dudas se disiparon. ¡Madre mía, pero que cosa más rica! Hasta me dijeron que era la mejor tarta que habían probado en toda su vida... jajaja. Vale, que igual exageraban un poco, no lo sé, pero os aseguro que si no lo era, estaba muy muy cerca. Y si no os reto a que la hagáis en casa y luego me contáis.
TARTA DE ZANAHORIA CON FROSTING DE QUESO
INGREDIENTES:
PARA EL BIZCOCHO:
210 g de harina
3 huevos
1 sobre de levadura química (15 gr.)
170 ml de aceite
2 cucharaditas de canela
250g de zanahoria
200 g de manzana
90 g de pasas (yo las he triturado)
180 g de azúcar
un puñado de nueces peladas y picadas
PARA EL FROSTING:
125 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
200 g de azúcar glacé o icing sugar
125 g de queso cremoso
3 cucharaditas de leche
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180 º. Engrasamos el molde o moldes. (Yo he utilizado un sólo molde de 20 cm y después he cortado el bizcocho por la mitad. Pero también podéis hornear en 2 veces o si tenéis 2 moldes de 18 ó 3 de 15 cm, podéis dividir la masa en partes iguales y hornearlo todo a la vez sin tener que cortar nada después.)
Tamizamos la harina con la canela y la levadura. Reservamos.
Rallamos la manzana y la zanahoria en un bol. Reservamos.
En otro bol batimos los huevos con el azúcar y el aceite.
Incorporamos la harina y removemos bien.
Añadimos la manzana y la zanahoria. Removemos hasta que esté todo completamente mezclado.
Añadimos las pasas y las nueces. Removemos.
Vertemos en el molde o moldes (en el caso de ser más de uno, pesar la masa antes para repartir equitativamente)
Introducimos en el horno 25-30 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo, éste salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar 5 minutos en el molde y luego sobre una rejilla. (Lo ideal es hacer el bizcocho el día anterior y dejar en la nevera toda la noche envuelto en papel film.)
Cuando vayamos a montar la tarta, preparamos el frosting. Tamizamos el azúcar y lo batimos con la mantequilla a velocidad máxima hasta que se integre. Si vemos que le cuesta, incorporamos la leche.
Añadimos el queso, que debe estar frío, y batimos de menos a más velocidad, hasta que la mezcla sea cremosa. Ha de conservarse en frío.
Si hemos hecho el bizcocho en un solo molde, lo partimos por la mitad (o en 3 partes), intentando que queden lo más igualados posible.
Colocamos el bizcocho inferior y aplicamos una capa de relleno.
Encima colocamos el siguiente bizcocho y por lo recubrimos del resto de la crema de queso.
Adornamos con unas nueces por encima.
TIEMPOS:
Preparación: 30 minutos
Cocción: 30 minutos
Total: 1 hora