Os enseño a elaborar está tarta tiramisú sin huevos, lo que hace que sea más fácil de preparar, además de alegrarle el día a los que no quieren comer huevos crudos como yo, no me gusta nada.
Está tarta es perfecta como postre de una comida o cena familiar o con amigos e incluso para un cumpleaños.
Espero que os animéis a probarla y os guste tanto como a mí!
(Para un molde redondo desmontable de 23 cm)
Ingredientes para la crema de mascarpone:
400 ml. de nata (crema de leche) para montar o crema para batir muy fría (35% M.G).
500 grs. de queso mascarpone frío.
140 grs. de azúcar.
Ingredientes para el almíbar de café:
300 ml. de café endulzado al gusto (templado).
80 ml. de amaretto (ron o brandy).
Resto de ingredientes:
250 grs. de bizcochos soletillas o bizcotelas.
Cacao puro en polvo sin azúcar.
Un trozo de chocolate negro.
Preparación de la crema mascarpone:
Batimos la nata (crema de leche) junto con el queso mascarpone a velocidad media hasta integrarlos (la nata (crema de leche), el queso, el bol y las varillas tienen que estar muy fríos), añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta obtener una mezcla cremosa (2 minutos, no batir en exceso) introducimos la crema en una manga pastelera con una boquilla redonda de 18 MM, (reservamos en la nevera mientras seguimos con la receta).
Echamos en un bol amplio el café junto con el amaretto y mezclamos hasta integrarlos.
Montar la tarta:
Forramos con papel de horno la base del molde y las paredes (si usas un molde de silicona como el mío, no hace falta forrarlo).
Vamos remojando los bizcochos de soletillas en el almíbar de café durante unos segundos y los vamos colocando en el molde boca arriba hasta cubrir toda la base, hacemos pequeñas bolitas con la crema mascarpone por encima de los bizcochos de soletillas hasta cubrirlos por completo, encima rallamos chocolate negro y espolvoreamos con cacao en polvo.
Volvemos a repetir el mismo proceso, colocamos encima de la crema mascarpone bizcochos de soletillas remojados en el almíbar de café y encima ponemos otra capa de bolitas de crema mascarpone, rallamos chocolate por encima y espolvoreamos con cacao en polvo.
Tapamos y metemos en la nevera hasta el día siguiente, al día siguiente desmoldamos la tarta y ya la tendremos lista para servirla y disfrutarla.