De nuevo me asomo por el blog para traeros una joyita, como hago últimamente, venir a publicar sólo si es algo muy interesante. Esta a mí me ha parecido una receta ideal, fresquita, saludable y deliciosa. Desde que hice el tartar de atún, me quedé maravillada por la sencillez de este plato y lo riquísimo y sano que es, así que si ya lo hacemos con mi pescado favorito pues mejor que mejor. Tiene unas variantes que no tenía el de atún y no se si será precisamente por ese cambio de ingredientes o por tratarse de salmón que me encanta, pero el caso es que es un plato ya fijo en mi casa y que os aconsejo muchísimo.
Picamos muy pequeño el salmón, [un trozo de lomo, sin piel ni espinas, como unos 300g] con un cuchillo bien afilado hacemos los trocitos más pequeños que podamos, lo ponemos en una fuente y le añadimos, el zumo de medio limón, un chorrito de salsa perrins, otro de salsa de soja, un poquito de sal [poco porque la soja es salada] y un chorretón de zumo de naranja. Removemos y dejamos macerar en la nevera durante unas horas, con una sería suficiente pero yo suelo hacerlo por la mañana para comer por la noche.
Cuando lo vayamos a montar, picamos también en trocitos muy pequeñitos, media cebolleta, un aguacate maduro y un tomate pelado y escurrido y lo mezclamos con el salmón. Emplatamos acompañado de lechugas picadas, en este caso rúcula, y servimos con tostaditas. Os atreveis?