El día que Patricia del blog Patty´s Cake nos propuso un nuevo reto,
Un Cuento, Una Galleta no lo dudé ni un momento... (en el enlace puedes encontrar todos los detalles y si te apetece tanto como a nosotr@s, apuntarte!)
¡¡Me apetecía terriblemente participar!! Un reto que te devuelve a la infancia, a los dulces recuerdos de los cuentos que hacen volar la imaginación, la fantasía que despiertan, esas noches con los ojos como platos en el momento que papá o mamá te los leen... Fantástico reto!!
Y comenzamos esta nueva aventura con... ¡¡Caperucita Roja!!
Cuento clásico donde los haya, lo primero que me pasó por la mente fue la imagen de Caperucita llevando la merienda a su abuelita y mi aportación al reto es una cesta de hojaldre con galletas (sin azúcar!), vamos, merendola donde las haya hecha con todo el cariño del mundo!
En este reto he contado con la inestimable ayuda de mi gran amiga Sam de Tu Cocina Te Llama que ha diseñado para este reto un kit de fiesta espectacular que incluye el diseño para imprimir en papel de azúcar y decorar galletas... Gracias Sam! Y mi gran amiga también Ann de Petit Sweet Ann que ha decorado unas maravillosas galletas con fondant... cuidado que viene el lobo!
La cesta la realizamos con 2 láminas de hojaldre, una cazuela de barro y papel de horno y aquí tenéis cómo realizar el enrejado muy sencillo y resultón, una vez formado el enrejado, forramos un recipiente apto para el horno, en mi caso una mini cazuela de barro, con papel de horno, colocamos sobre ella el enrejado, una de las tiras de hojaldre la ponemos a modo de borde de la cesta para que quede rematada y horneamos de 15 20 minutos a 200º C, hasta que se vea dorado el hojaldre. Dejamos enfriar sobre una rejilla y una vez completamente fría desmoldamos con cuidado y montamos el asa.
Próximamente os voy a contar cómo hago estas galletas de mantequilla y vainilla que son maravillosas en mi nueva versión sin azúcar, estar atentos que va a ser muy prontito!
Para las galletas de Caperucita, una vez tenemos nuestras galletas y el papel de azúcar con el diseño ya impreso, los recortamos y pegamos sobre las galletas con un poquito de agua, glasa, chocolate blanco o pegamento comestible, lo que tengáis en casa o guste más.
Estoy segurísima de que la abuelita de Caperucita habría disfrutado como una enana con esta merienda (comer a pellizcos la cesta es lo mejor!)
Como todos los cuentos...
!Espero que os haya gustado! Nos vemos el próximo cuento!