Esta receta es el último reto de la temporada y para mí ha sido también el más difícil.
Me ha tocado asaltar un blog muy chulo que se llama in my little kitchen y que tiene un sinfín de recetas a cuál más rica pero se ve que esta semana no tenía yo el día y no había forma humana de que me saliera ninguna de las recetas que elegí.
Cuando iba a darme por vencida encontré estas natillas que se hacen en la panificadora y menos mal porque no sabéis que descubrimiento: en poco más de una hora, tenéis un postre estupendo sin apenas trabajo.
Os aviso que esta es mi versión para poder adaptarla a mi dieta, pero arriba tenéis el enlace de la receta original de mi compi.
¿Qué necesitamos? Pues lógicamente una panificadora pero además...
Ingredientes:
1 litro de bebida de almendras
3 yemas de huevo
8 cdas. eritritol
2 cdas. almidón de maíz
1 cdita. edulcorante sabor cheesecake (no tenía vainilla y era lo único que tenía a mano)
canela en polvo para adornarElaboración:
Tan simple como añadir en la cubeta de la panificadora los ingredientes de la lista en el mismo orden (menos la canela en polvo) y poner el programa para hacer mermelada.
Cuando termina, vierte la mezcla en unos tarros de cristal y tapa a piel con un film transparente para que no les salga "telilla". Deja enfriar a temperatura ambiente.
Cuando estén fríos, retira el film transparente y pon la tapa de los tarritos.
Mételos en la nevera unas horas para que adquieran una textura más espesa.
Mejor si las hacéis de un día para otro.
Sírvelas frías y con un poco de canela en polvo por encima (o no).
On egin.
Fuente: este post proviene de ElFlanB, donde puedes consultar el contenido original.
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